Paraguay:Crece y preocupa el SIDA en hombres jóvenes

SIDA-parejaAsí lo reveló un estudio realizado por el Programa Nacional de Lucha contra el Sida (Pronasida). Los más afectados son hombres que tienen entre 15 y 29 años.

El sida es una de las enfermedades que más ha crecido en los últimos años. África es el principal receptor y víctima de este mal. Sin embargo, en el resto del mundo también se empieza a observar la escala ascendente que fue desarrollando la enfermedad. Según el Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en Paraguay el HIV es una de las primeras 25 causas de pérdida de salud.

Según consigna el portal América economía, la enfermedad en ese país golpea, principalmente, a personas jóvenes y de sexo masculino.

De acuerdo a datos proporcionados por el Programa Nacional de Lucha contra el Sida (Pronasida), la mayoría de las 12.6000 personas que padecen el virus son de 15 a 49 años, dentro de los cuales predominan los que tienen de 15 a 29.

«Crece el grupo de jóvenes y predomina levemente en los hombres, pero con las mujeres ya casi se está uno a uno», comentó la asesora de HIV y Sida del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Patricia Aguilar.

Asimismo, un dato que preocupa a la sociedad paraguaya es que el 86% de las personas afectadas adquirió la enfermedad por la vía sexual.

En ese sentido, la pobreza, la falta de empleo, la falta de acceso a una educación formal y las políticas de salud limitada son algunos de los factores que inciden directamente en el problema, según lo explicado por la especialista.

No obstante, Aguilar también asegura que uno de los pilares fundamentales para evitar este tipo de contagios es a través de la educación. La prevención es un tema recurrente que se aborda cuando se trata el tema del HIV y Sida.

Por su parte, la asesora explica que estas dos problemáticas hacen también que el afectado sea discriminado socialmente. En ese caso, sostiene la especialista, la persona niega la existencia de la enfermedad en su cuerpo y, por eso, no se somete al tratamiento adecuado.

Esto no solo perjudica a la misma persona, que termina haciendo nada para luchar contra la enfermedad, sino además representa una gran amenaza de transmisión para otras personas. Al respecto, Aguilar explica que ese mal no sólo se contagia, sino además se transmite.

En tanto, en pos de evitar esta «discriminación» social, la asesora resalta que la vida de la persona afectada debe ser lo más normal posible, ya que se adquiere solamente de madre a hijo, por vía sanguínea y por relaciones sexuales.

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