La modelo fue sorprendida por delincuentes cuando iba en su camioneta y con su hija a un desfile. Los ladrones amenazaron con matar a su representante y forcejearon con el custodio, quien efectuó un disparo.
La modelo Nicole Neumann sufrió un intento de asalto en el partido de Quilmes. Tras el lamentable episodio que le tocó vivir anoche, cuando se dirigía a un desfile junto a su hija Indiana, su representante, Mauricio Catarain, y un custodio, dijo que se quiere ir del país.
La esposa del defensor de Vélez Fabián Cubero fue sorprendida por cuatro delincuentes que apuntaron con un arma, vidrio de por medio, a su representante y amenazaron con matarlo. Su custodio, un ex policía, sacó el arma como para asustarlos pero al ver que no se atemorizaban y ponían la vida en peligro de todos efectuó un disparo y los ladrones se fueron.
«Estábamos en un semáforo cuando doblaron cuatro chicos. Me tocaron la ventana con el arma, después pasaron a la de adelante, donde estaba mi representante, y empezaron a decir: ‘A este te lo mato’«, relató la modelo, quien agregó su custodio comenzó un forcejeo con los ladrones hasta que efectuó un disparo al aire.
Ante semejante situación, Neumann se mostró indignada y opinó que la Argentina «es tierra de nadie. Hay una impunidad total«. «Si lo llegan a agarrar, lo meten dos semanas adentro nomás. Por más que haya un policía por persona, el delincuente entra y sale, y no nos sirve de nada», añadió en declaraciones televisivas.
«Me da pánico vivir en la Argentina, mucho más desde ayer. No podés salir tranquila. La verdad me encantaría irme del país, estoy deseando que le salga una oferta a Fabián para irnos», reveló la modelo en declaraciones a la prensa, tras la pesadilla que le tocó afrontar, y también se quejó porque «no puede ser que te rompas el lomo y vengan como si nada a dispararte pudiendo destruir una familia».
Finalmente, la esposa del futbolista Cubero cargó contra la Justicia y se preguntó: «¿Cómo puede ser que no hagan nada?. El sistema y las medidas que toman no funcionan para una mierda«. «Todo bien con los derechos humanos, pero todo tiene su límite -continuó, para luego volver a interrogar- ¿Hay que esperar que nos maten a todos para que alguien reaccione?».
