Fue asesinada dentro de un departamento ubicado en un edificio frente al Palacio de Justicia y de la seccional 3ra. La víctima, de 32 años, fue encontrada boca arriba, con un disparo que le ingresó por el ojo derecho. Intentan determinar si el lugar funcionaba como un «privado».
Una mujer fue hallada asesinada de un tiro en la cabeza en un departamento que alquilaba en un edificio ubicado frente a la comisaría 3ra, en pleno centro de la Capital Federal, informaron hoy fuentes policiales.
Si bien trascendió hoy, el crimen fue descubierto ayer por la tarde en el departamento planta baja “A” de Tucumán 1545, entre Paraná y Montevideo, un edificio situado justo enfrente de la mencionada seccional de la Policía Federal, en el barrio de San Nicolás.
La víctima fue identificada como Claudia Marcela Sosa (32), quien hacía ocho meses alquilaba y vivía sola en el departamento donde fue encontrada asesinada.
El propietario de esa vivienda se cruzó alrededor de las 14 de ayer a la comisaría para denunciar que había encontrado muerta a su inquilina.
El hombre explicó que alertado por los vecinos que lo llamaron por el fuerte olor nauseabundo que provenía del la PB “A”, donde Sosa no respondía y no era vista hacía varios días, él fue al edificio con un cerrajero, abrió el departamento y se encontró con el cadáver de la mujer.
El cuerpo de Sosa yacía boca arriba en el piso del comedor y al ser revisado por un médico policial, se constató que tenía un balazo en la cabeza, con orificio de entrada en el ojo derecho. El cadáver presentaba un avanzado estado de descomposición, por lo que la muerte databa de varios días.
Aparte del fiscal Santiago Vismara, quien está a cargo de la investigación y subroga la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 2, en el lugar del hecho trabajaron personal de la comisaría 3ra., una brigada de la División Homicidios y los peritos de la Unidad Criminalística Móvil.
En la escena del crimen, estos peritos encontraron una vaina servida 9 milímetros, por lo que se cree que el asesinato fue cometido por un arma de fuego de ese calibre, y se aguardaba que en la autopsia los forenses puedan rescatar el proyectil para peritarlo.
Los investigadores trabajaban en investigar las actividades y las relaciones de la víctimas para intentar encontrar un posible móvil o algún sospechoso.
Una fuente de la investigación aseguró a Télam que una de las primeras líneas investigativas apunta a verificar si Sosa era “masajista” y se intenta determinar si el departamento funcionaba como un “privado”.
