Fue abogado de Diego Maradona y de Luis “El Gordo” Valor. Se lo conoce como el dueño de la marca de bebida energizante Speed, también del boliche KU de Pinamar y como responsable de las fiestas electrónicas más importantes, entre ellas la trágica Time Warp y la reconocida Creamfield.
El mediático abogado Víctor Stinfale está en la mira de la Justicia. Hay caminos que conducen a él. Una trama de empresas y socios lo acercan a la tragedia de Costa Salguero. Señalado como el hombre detrás de la noche fatal de Time Warp. Aseguran que maneja el monopolio del agua, las bebidas energizantes y las fiestas electrónicas.
Stinfale fue abogado de Diego Maradona y del asaltante de bancos Luis «El Gordo» Valor. Representó a Carlos Telleldín, acusado de armar la camioneta que hizo estallar la AMIA, y terminó imputado de gestionar una coima. También lo acusaron de extorsionar a la viuda de Pablo Escobar Gaviria.
Consciente de que se lo señala como el hombre que está detrás de la fiesta mortal, se defendió diciendo que lo venden como «el villano favorito para tapar la inoperancia de no encontrar a los dealers».
«Acá tienen que salir a buscar a los narcos asesinos que vendieron veneno. Yo soy el villano favorito para tapar la inoperancia de no encontrar a los dealers», enfatizó Stinfale.
Sobre los organizadores de Time Warp dijo que los conoce porque «son clientes de» y aclaró: «Que yo sea la cara de la empresa no quiere decir que sea el que organizó el baile. Cuando se murieron estos chicos yo estaba en casa, durmiendo. Me llamaron a las 7.30 para avisarme. Desde entonces no paro de asesorar a personas que estuvieron en esta desgracia».
Justificó que lo llamaron por ser abogado penalista, y que cuando muere alguien lo llaman a él. «A Gontad lo conozco hace 16 años. La relación no es buena, hace tres que prácticamente no quiero hablar con él. Y Dell es de un pibe que es cliente nuestro», agregó.
«Evidentemente en las fiestas se venden drogas, muchas drogas. Pero no las vende la productora. Acá tienen que salir a buscar a los narcos asesinos que vendieron veneno. Yo soy el villano favorito para tapar la inoperancia de no encontrar a los dealers», agregó.
Señaló que el negocio de la fiesta electrónica es vender Speed y no agua, que sería mejor que la gente gastara la plata en la bebida energizante en lugar de comprar droga.
«La droga es el peor negocio para cualquiera que vende bebidas. El agua vale 40 pesos. La droga, 300. Es mentira que el agua se vendía más cara. Hay que preguntarse por qué sacaron a la División Drogas Sintéticas de Policía Federal de Costa Salguero. Hace un año y medio los sacaron, por la pelea que tienen con Prefectura», señaló.