Los nativos digitales satisfacen sus necesidades de entretenimiento, diversión, comunicación, y, tal vez, formación, con las nuevas tecnologías. Son personas integrantes de una generación que ha crecido con Internet, cuya utilización extienden también al ámbito sexual, sin limitarlo al consumo pasivo de películas porno. Un estudio realizado en Francia por el instituto IFOP (Instituto Francés de Opinión Pública), a petición de CAM4, un sitio de encuentros con videocámara visitado diariamente por más de ocho millones de usuarios, ha puesto de manifiesto que el comportamiento sexual de los jóvenes de 15 a 24 años está cada vez más influenciado por los códigos de la pornografía. La pornografía inunda la red y puede consumirse de modo gratuito, y su influencia queda patente en el incremento de determinadas prácticas sexuales como la eyaculación facial, la felación o la sodomía.