La Unión del Personal de la Seguridad de la República Argentina (UPSRA), el gremio que representa a los vigiladores privados del país, está intervenido con un delegado normalizador, quien en las últimas horas tuvo que ingresar mediante el uso de la fuerza pública para despojar de su cargo al secretario general de dicha entidad, Ángel García, quien ostentó la autoridad de la misma por 34 años.
García está cuestionado por supuestos negocios e irregularidades que fueron investigados y denunciados, hechos que de avanzar en la justicia podrían llevarlo a la cárcel.
Desde el 26 de noviembre último, el sindicato UPSRA carece de comisión directiva. Esta decisión de intervenirlo obedece a que llegó la fecha de caducidad de los mandatos, y por ende, no hay autoridades gremiales que conduzcan los destinos de la entidad gremial.
De la mano de Leónidas Requelme, referente y líder de la agrupación sindical “Juan Manuel de Rosas”, se llegó a la instancia que hoy vive el gremio madre de los vigiladores privados. García finalmente, “está fuera del gremio por más maniobras ilegales que pretendió legitimar, sin ningún tipo de éxito”, señalaron los opositores.
Varias asambleas truchas, y otras inventadas, ya que nunca se hicieron. Incluyendo el lamentable hecho sucedido en Moreno en ocasión de pretender hacer la asamblea de “memoria y balance”, momento en el que más de un centenar de afiliados, con su carnet en la mano pedían ingresar, y se les negó su derecho, cerrando y bloqueando los ingresos al predio mediante un cordón de “patovicas”, formaron parte de las anomalías denunciadas.
Además circularon audios en los que se lo puede escuchar planeando estas situaciones, aprietes a empresarios, elecciones inexistentes y amenazas a distintos integrantes de la “Juan Manuel de Rosas”.
Otro de los cuestionamientos que le endilgan a García fue “permitir el ingreso a la institución a personajes que nada tienen que ver con UPSRA, personajes que se han peleado con sus compañeros en los gremios en los que participaron”.
“García, lamentablemente y volviendo a colocarse de espaldas a las resoluciones legales, impidió en más de una oportunidad el ingreso del interventor al sindicato, solo consiguiendo empeorar su situación y la de sus necios o interesados seguidores”, comentaron voceros gremiales.