Santiago del Estero:Rescatan a 2 menores que se prostituían en vagones de tren

vagones-Santiago-del-EsteroTenían sexo a cambio de dinero en los vagones abandonados de una formación de La Banda, Santiago del Estero. Eran regenteadas por una mujer de 30 años que está detenida. Buscan a seis chicas más.

Vanesa y Marina contonean sus figuras aún en formación y las venden a municipales, serenos y empleados del mercado, en La Banda.

Analfabetas, ausentes de padres, noche a noche convierten a los vagones abandonados del ferrocarril en literales albergues y antro del sexo pago.

Las identidades son ficticias, pero sus historias tan reales que acaban de provocar un fuerte cimbronazo en el submundo de la prostitución merced a un operativo policial comandado ayer por la Brigada de la Unidad Regional 2, al que se plegaron la División Trata de Personas y Comisaría del Menor y la Mujer, publica El Liberal.com.

Pese a contar con 13 años, Vanesa lleva ya dos años en el ‘negocio’. “Comencé en esto cuando tenía 11 años. Vivo con mi madre en el barrio Bajo de Vértiz. A ella no le gusta lo que hago, pero siempre le doy plata. Y así salimos todo adelante…”, relató ayer a una mujer policía.

En dos años aprendió los malos códigos de la noche y convive con personajes que abren sus ojos cuando el resto de la gente se va a dormir. Consumidores

“Mis clientes son muchos municipales y gente del mercado. Casi siempre me buscan por los vagones. Ahí (delata un dejo de timidez) nos vemos”, subrayó.

“¿Cuánto sueles cobrarles?”, interrogó la funcionaria.

-”50 pesos”, respondió.

“¿Conoces de enfermedades y sabes cómo cuidarte”, repreguntó la policía. “Casi nunca uso preservativos. Ellos por ahí traen alguno…”, acota.

A su lado, Marina agacha la cabeza. Mientras aguarda ser alojada en la Comisaría del Menor y la Mujer, su amiga describe su historia. “Ella es medio enferma (retraso madurativo, quizá). Yo la traje un día. Y se quedó conmigo”.

Vanesa deja en claro que Marina también ejerce la prostitución, aún con su salud un tanto fragilizada.

Vanesa abunda en detalles que dejan pasmados a los policías: “Todos vienen a los vagones. Por ahí alguno se hace el cancherito (vivo) y quieren pagarnos $ 30 o $ 40. Dos veces no nos van a joder” deja en claro.

Pese a que el convenio es entre el adulto y las adolescentes, para la policía hasta ayer había una mujer de 30 años, vecina de las jovencitas, regenteándolas.

Ella les buscaba clientes. Y hasta montaba una pseudo vigilancia; nadie puede garantizar si para brindarles protección, o bien generarles presión y forzarlas a depender de ella sí o sí: que es casi lo mismo a asegurarse dinero de arriba.

Ambas menores ayer fueron rescatadas por la policía, al irrumpir en los vagones en pleno ejercicio de la prostitución.

“Somos media docena”, deslizó Vanesa a los funcionarios, antes de ser ascendidas a un patrullero que las llevó a la Comisaría del Menor y la Mujer. Junto a Marina, la menor recibirá ayuda.

La adulta sería imputada por “promoción y facilitación a la prostitución”.

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