El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, removió de sus cargos al jefe y al subjefe de la fuerza de seguridad. Ayer por la tarde Omar Odriozola asumió como nuevo líder.
En medio de acusaciones cruzadas entre la administración provincial y el gobierno nacional por los episodios delictivos vinculados en muchos casos con el narcotráfico, el gobierno de Antonio Bonfatti decidió dar un golpe de timón en materia de seguridad.
El ministro Lamberto desplazó a Cristian Sola y a José Luis Romitti de los cargos de jefe y subjefe (respectivamente) del cuerpo policial.
El nuevo líder de la fuerza santafesina es Omar Odriozola, quien se encontraba al frente de la Unidad Regional I; antes había estado a cargo de la Unidad de Protección a Testigos y Querellantes de la provincia. En tanto, en el cargo de subjefe fue designado el director general Raúl Ardiles.
Aunque el contexto conflictivo que atraviesa la provincia da pistas concretas, aún no se oficializaron los motivos que llevaron al gobierno de Bonfatti a realizar esta reestructuración en la cúpula de la policía.
Lo cierto es que Sola era investigado por enriquecimiento ilícito y ya había renunciado cuando era subjefe de su antecesor, Hugo Tognoli, en el momento en que su superior dejó la fuerza en medio del denominado narcoescándalo (vea notas relacionadas).
Con esta decisión se termina el ciclo del ahora ex jefe policial, que sólo duró 109 días al frente del cuerpo de seguridad.
El acto de asunción de Odriozola y Ardiles se realizó en el salón auditorio de la sede del Ministerio de Seguridad, en la capital provincial.