San Isidro:Nueve años de prisión para dos ex policías por coimeros

martillo-juezLos ex subcomisarios Marcelo Gustavo Godoy y Pablo Javier Sosa fueron condenados por cobrar como coima 10.500 pesos y la transferencia de un auto, para liberar a un ladrón de autos en la comisaría de Villa Adelina.

Dos ex subcomisarios de la Policía bonaerense fueron  condenados a nueve años de prisión por haber cobrado como coima una suma de  10.500 pesos y la transferencia de un vehículo, para liberar a un ladrón de  autos en la comisaría de la localidad de Villa Adelina.

Se trata de Marcelo Gustavo Godoy y Pablo Javier Sosa,, quienes recibieron esa pena al término de un juicio realizado en el Tribunal  Oral Criminal Nro. 1 de San Isidro y ser encontrados como responsables de los  delitos de «extorsión en concurso real con encubrimiento en modalidad de  favorecimiento personal triplemente agravado por su calidad de funcionario  público, ánimo de lucro y por ser consecuencia de un hecho especialmente  grave».

En la sentencia, se calificó a los dos jefes policiales como  «delincuentes de uniforme» y los inhabilitaron por el mismo tiempo de la condena  para ejercer cargos públicos.

Al momento de aplicar la pena, se consideró como agravantes  que los imputados eran dos oficiales jefes, que la extorsión y el pago se  hicieron «puertas adentro de una seccional policial», lo que permitió mayor  «impunidad», y el daño causado a la administración de justicia.

También tuvieron en cuenta que al detenido que luego  liberaron, lo golpearon y colgaron de los pies dentro de la comisaría y el  riesgo potencial que implicó sacarlo de la cárcel, sabiendo que había estado  preso por cometer «delitos violentos».

Además, en el mismo veredicto, se condenó a Juan Pablo  Farías, sindicado como testaferro del subcomisario Godoy, a 6 años de prisión,  al hallarlo «partícipe necesario» de extorsión y coautor de encubrimiento y  ordenaron extraer testimonios para que se investigue la posible comisión de  delitos por parte de otros policías de la comisaría 8ª de San Isidro, que se  cree que encubrieron a sus jefes.

Esta causa es el desprendimiento de otra que se inició con  el robo a un empresario en su casa de San Isidro, siguió con la detención del  entonces jefe distrital de esa zona -el comisario inspector Raúl Papa-, acusado  de encubrir a los delincuentes, y siguió con el desbaratamiento de la denominada  «Banda de los Rosarinos», que robaba autos en el conurbano para desguazarlos o  «reempapelarlos» y venderlos en la ciudad santafesina.

Según la fiscalía, la extorsión policial ocurrió el 10 de  mayo de 2012, luego de que la banda le robara a un Volkswagen Gol a una mujer en  la zona de Carapachay.

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