La iglesia del pecado. Un ex templo umbanda de la localidad de Quilmes Oeste escondía, detrás de su fachada de bar, un prostíbulo en el que se sometía a mujeres capturadas por redes de trata. Tras una larga investigación judicial, la policía pudo desbaratar el local donde al menos 6 mujeres -algunas de ellas provenientes de países limítrofes- eran obligadas a prostituirse. Los vecinos del barrio desconfiaban de las actividades que se practicaban en el lugar, pero jamás imaginaron que estaban frente a un burdel.

El santuario que está ubicado en la calle Ceferino Namuncurá 1819, del partido bonaerense de Quilmes, fue allanado en la madrugada de ayer. Luego de casi cuatro horas de procedimientos, efectivos de la DDI local lograron rescatar a las víctimas de trata y detener a dos de los responsables del prostíbulo que se encontraban armados. La requisa comenzó en horas de la medianoche, cuando las mujeres estaban con una decena de clientes en el interior del domicilio.

“En la iglesia funcionaba un bar-pool cuya razón social era El Templo. Allí fueron encontradas seis mujeres en situación de prostitución y 10 clientes ocasionales. Además se halló una pistola 9 milímetros en poder de los dueños del inmueble”, detallaron  desde las Fiscalías Descentralizadas de Berazategui donde tramita la causa. Por su parte, fuentes vinculadas a la investigación judicial remarcaron que llamaba la atención la presencia en el lugar de menores jugando al pool. Según los voceros consultados, estos pequeños no habrían formado parte de la oferta sexual del burdel, sino que eran utilizados como “cortina” para ocultar las actividades ilícitas.

El Templo abría sus puertas de lunes a lunes a partir de las 16 y permanecía en funcionamiento hasta altas horas de la madrugada. El hombre que se encargaba de regentear el prostíbulo, al igual que el propietario del terreno, cuyos datos personales no trascendieron, quedaron detenidos a disposición de la justicia. En cuanto a las mujeres sometidas, se informó que cinco de ellas son de nacionalidad argentina mientras que una es oriunda de Paraguay. Se estima que ellas no eran las únicas explotadas allí. Todas las liberadas son mayores de edad, aunque no se descarta que al establecimiento también fueran llevados menores capturados por alguna red de trata en la zona sur del conurbano.

Seis meses hacía que el templo umbanda se había convertido en un bar-pool, donde se llevaban a cabo diversas actividades sospechadas por los habitantes del barrio, ubicado en Namuncurá y avenida La Plata.

En el establecimiento se habían notado movimientos sospechosos y con frecuencia se encontraban cajas de preservativos tiradas en las inmediaciones. Así lo confirmó Teresa, una de las vecinas indignadas con el prostíbulo. Las autoridades judiciales tomaron nota y actuaron en consecuencia.