Pinamar: Sirenazo N° 62 frente al Positive Tower 3 & 4 Justicia por Fausto

Un nuevo sirenazo de Carina Zabala, reclamando justicia por su hijo Fausto Maldonado, víctima de la corrupción estatal y empresarial, con la complicidad sindical.

Una lucha despareja donde el dinero compra voluntades, pero la lucha persistente de una madre por justicia, va corriendo el velo de lo que se esconde detrás de millonarios negocios inmobiliarios, donde inversores se desentienden del proceso que llevan adelante las constructoras y estas no dudan en esquivar todas las obligaciones con el fin de maximizar sus ganancias.

El rubro inmobiliario a diferencia de otros negocios, no suele verse afectado por la economía, ya que muchos de los millones que se usan para construir son blanqueos de activos no declarados, si bien durante años se ha hablado en los medios de los vínculos entre el negocio inmobiliario y el lavado de activos, los avances judiciales no han sido significativos y la justicia no solo no investiga el lavado, no investiga los hechos de corrupción antes mencionados, donde funcionarios no controlan las obras.

Por el lado sindical, la UOCRA ha demostrado que es excelente jugando a no saber, porque si bien existen infinidad de irregularidades en las obras que exponen a los obreros de la construcción a sufrir accidentes con consecuencias físicas incluso la muerte, no hay denuncias de la UOCRA al respecto, lo que sí no ocultan los dirigentes de la UOCRA es la vida de lujos en la que viven, con viviendas ostentosas, vida de ricos y vehículos de alta gama.

Por si fuera poco, el caso de Fausto Maldonado, es lento en lo judicial, pero la investigación periodística avanza firme, en próximas publicaciones mostraremos incongruencias, ocultamiento de información e incompatibilidades de funcionarios públicos, desde los municipales como el director de obras particulares Nicolás Villalba hasta el ministro de trabajo bonaerense Walter Correa, quien presenta inconsistencias señaladas por ARCA y varias incompatibilidades en cuanto debería justificar su fideicomiso con una sociedad que participa en negocios inmobiliarios millonarios.

Mientras que en el lado judicial las cosas no son muy distintas, tenemos jueces, fiscales y funcionarios judiciales del Departamento Judicial de Dolores con crecimientos patrimoniales sospechosos, desempeño judicial errático y demoras en causas que no avanzan, algunas que se archivan y lo más indignante, sentencias benévolas cuando los delitos son cometidos por empresarios ricos y vinculados al poder.

La lucha de la madre que pide justicia con un megáfono resonará en la conciencia de los que deberán explicar en qué momento de sus vidas el dinero peso más que el honor y la dignidad.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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