Un joven fue ultimado y otros dos resultaron heridos al ser acuchillados en medio de la multitudinaria fiesta de música electrónica que tuvo lugar en el autódromo de Buenos Aires. Al parecer, las víctimas se habrían resistido a ser robadas. Enorme indignación con la seguridad y la empresa organizadora del evento al que asistieron más de 75 mil personas.
Un joven murió y otros dos sufrieron heridas al ser apuñalados en medio de la multitudinaria fiesta electrónica Creamfields, en el autódromo porteño. La situación adqurió ribetes de enorme dramatismo, dado que fue presenciada por gran cantidad de los asistentes.
De acuerdo a lo que fue confirmado por funcionarios del Gobierno de la Ciudad, las víctimas habrían recibido las cuchilladas al negarse a ser despojadas de sus pertenencias. Bronca e indignación por la falta de respuesta del personal de seguridad del evento y por la deficiencia en la organización por parte de la empresa 2 Net Producciones.
El suceso ocurrió pasada las 2 de la madrugada de este domingo en el festival que congregó a más de 75 mil personas en el circuito Oscar Alfredo Gálvez.
«Yo estaba en el baño con una amiga y lo primero que ví fue un chico corriendo por el autódromo, al que seguían unos cuatro chabones. Ahí se produjo una pelea donde terminó un chico muerto. La seguridad vio que lo seguían al pibe, y no los pararon. Dejaron que lo corrieran. Esto empezó afuera de la carpa de Cocoon», comentó Laura, una neuquina de Cutral Co que asistió al evento, al sitio parabuenosaires.com.
Los relatos de quienes presenciaron el sangriento suceso coincidieron en señalar la falta de seguridad y asistencia en el evento y condenar a la empresa organizadora. «Es increible la verguenza que es la organizacion de Creamfields, mediante la productora 2 Net Producciones, no hubo cacheo, los de seguridad nos hicieron pasar como si nada, gente entrando como si nada, el main stage tuvo que parar la música por 10 minutos aproximadamente» señaló otro de los espectadores.
El mismo joven agregó: «al principio no entendiamos nada, estabamos bailando tranquilamente hasta que se armó una ronda enorme… Pensábamos que era el típico pogo, pero al final vimos que no lo era, sino que vimos a un pibe tirado agonizando y pidiendo auxilio…La gente no hacía nada ni lo ayudaba al pobre pibe… Cuando vimos eso estabamos buscando quién había apuñalado a esa persona. La verdad una vergüenza».
La responsabilidad policial
El suceso ocurrió en un lugar público, a la vista de miles de personas, en un evento multitudinario. Imposible de soslayar, y mucho menos de «ocultar«. Sin embargo, Crónica.com.ar se topó con un argumento tan pueril como insólito por parte de la División Prensa de la Policía Federal. Primero no sólo dijeron desconocer un episodio de semejante gravedad, sino que aseguraron que «no tenían por qué saberlo y mucho menos comunicarlo». Incomprensible.
