Patricia Bullrich justificó con un argumento ridículo que un inocente que estuvo 21 días detenido en un dudoso procedimiento

Patricia Bullrich no solo hizo el ridículo al imputarle públicamente a un hombre el ser un delincuente, sino que guarda silencio al respecto, luego de que la justicia determinara que estuvo detenido 21 días, por un delito que no cometió y padecer además distintos perjuicios como consecuencia del criminal accionar de la Gendarmería Nacional.

Maximiliano Acosta, de 42 años, vivió un calvario luego de que efectivos de Gendarmería Nacional Argentina lo detuvieran bajo la sospecha de traficar drogas. La detención ocurrió el 2 de octubre en un control sobre la Ruta 7, en La Paz, Mendoza, cuando viajaba de regreso a Mar del Plata. Los efectivos aseguraron haber hallado “un cargamento millonario de cocaína” en 18 pomos de talco que llevaba Acosta. Incluso, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich lo mencionó en redes sociales, tratándolo de “delincuente”.

El hombre pasó tres semanas detenido por un error tan garrafal como insólito, Gendarmería anunció a viva voz que detuvo en Mendoza a un hombre que viajaba en un micro de larga distancia con «2 kilos 444 gramos de cocaína», aparentemente escondidos en casi una veintena de envases de talco. Sin embargo, el miércoles 23 de este mes tuvo que ser liberado, dado que fehacientemente se trataba de talco y no de droga.

Según fuentes judiciales directas, la orden de liberación se basó en el resultado de una segunda prueba de laboratorio que quedó a cargo de otra fuerza de seguridad no involucrada hasta el momento, que fue la Policía Federal y que requirió la Fiscalía de Casos Sencillos, de la Unidad Fiscal de Mendoza. Los resultados demoraron dos semanas, que Acosta pasó en prisión preventiva, pero arrojaron resultado negativo.

Maximiliano Acosta, marplatense, se subió a un micro en Mendoza en los primeros días de octubre, pero no sabía que se llevaría un considerable mal viaje. Se dirigía hacia Buenos Aires, pero el micro de larga distancia en que viajaba fue detenido para ser requisado por el Escuadrón 64 de la Gendarmería, a pocos kilómetros de la capital mendocina, menos de 150, en la localidad de La Paz, en las inmediaciones de un peaje de la Ruta Nacional N°7.

«Como resultado de los controles, los funcionarios detectaron que un ciudadano transportaba dentro de sus pertenencias envases de talco para higiene personal«, informaba Gendarmería el miércoles 2 de octubre, en un comunicado oficial.

El comunicado de la fuerza de seguridad federal estaba munido, además de varias fotos en las que se observa una retahíla de 18 pomos de talco marca Rexona Efficient. A Acosta se lo encarceló en el penal de Cacheuta (Unidad Penitenciaria Federal N°32), por disposición de la Fiscalía Federal de Mendoza.

«¡La seguridad de nuestro país va un paso adelante de los delincuentes! Las hace, las paga», continuaba Bullrich.

Pero, con la investigación a cargo de Carelli, todo indicó que Acosta las pagó sin haberlas hecho, porque el miércoles 23 de octubre se determinó que cumplió prisión por error, porque lo que llevaba en los pomos, los dieciocho pomos, era efectivamente talco, a diferencia de lo que en principio había trasladado (poco eficientemente, parafraseando a la ministra) la Unidad de Criminalística y Estudios Forenses, dependiente de la Agrupación XI Gendarmería de Mendoza al Ministerio de Seguridad.

En las 24 horas posteriores de la detención, a Acosta se lo sometió a una audiencia judicial con la presencia de un juez de Garantías) y se le dictó prisión preventiva hasta tanto se conocieran los resultados de una segunda pericia, por una fuerza no involucrada hasta el momento en el proceso. Los resultados demoraron dos semanas, y finalmente aclararon que no se trataba de cocaína.

Acosta denunció que, durante su estancia en prisión, le fueron robadas sus pertenencias y su familia dijo desconocer su paradero durante los primeros días luego de su detención.

La madre del detenido declaró al medio Sitio Andino: «Llamamos a todos lados; pedíamos la lista de pasajeros. Nadie sabía nada. Estuvimos dos días sin saber dónde estaba Maxi«.

«Lo maltrataron. Hablaban de golpe al narcotráfico. No lo dejaban ir al baño, le robaron todas sus pertenencias, plata y su campera. Hablé con la fiscalía y me dijeron que lo iban a cuidar. Me mintieron. Después lo liberaron en plena ruta 7 y tuvo que pedir ayuda a un automovilista”, se quejó la mujer.

Su hijo había viajado a Mendoza ­–declaró ante el citado medio– en busca de trabajo, como por ejemplo la reventa de mercadería. Esa fue, aparentemente, la razón por la que Acosta se subió al micro con 18 pomos de talco. «Me contó que no le estaba yendo bien. Entonces le mandé plata para que viaje de nuevo a Mar del Plata». El error de Gendarmería demoró 21 días ese regreso.

Ni bien llegaron las pericias confirmatorias a las manos del Juez Alberto Daniel Carelli, Acosta fue liberado a plena noche, y asegura su familia que fue en medio de la Ruta Nacional 7, sin medios para continuar, semanas más tarde, su viaje de regresar a su casa del barrio Centenario, en el centro-oeste de Mar del Plata.

Tuvo que pedir ayuda a un automovilista, que lo alcanzó hasta la ciudad de Mendoza, donde dicen que durmió en la calle para luego ir a la fiscalía interviniente para recuperar su DNI. El juez decidió dictar el sobreseimiento de Acosta.

Por estas horas, la familia de Acosta evalúa iniciar acciones legales contra las autoridades por los prejuicios que tuvo que pasar.

En esta historia grave, además de Patricia Bullrich hay otros funcionarios que deben dar explicaciones y que por sus funciones deberían haber iniciado una investigación contra los efectivos de Gendarmería involucrados que son el Fiscal de la causa y el Juez, que no se trata de solo absolver al inocente, sino de que tenga justicia por todo lo vivido, el falso procedimiento, el maltrato, el robo de sus pertenencias, la difamación pública de un ministro algo que debe ser debidamente aclarado por Patricia Bullrich, con las disculpas en las mismas condiciones que hizo las declaraciones, más allá de que la familia puede y debe demandar al Estado por los daños y perjuicios.

La ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich justificó este viernes que un hombre fuera mantenido detenido durante casi un mes luego de que efectivos de Gendarmería Nacional confundieran el talco que transportaba con cocaína.

«El talco siempre se confunde con cocaína», aseguró livianamente Bullrich en diálogo con FM La Patriada que la interceptó en Casa Rosada y pudo consultarla sobre el insólito caso.

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