El Juez de la Corte Suprema de Justicia consideró que el Estado debe promover la reinserción social de los detenidos a través de la educación. «Debe hacerse algo para modificar su autopercepción«, argumentó.
Eugenio Raúl Zaffaroni sostuvo que «el panorama penitenciario de América Latina es oscuro«, debido a que las estadísticas arrojan que «la privación de la libertad (en la región) es como una pena de muerte o física al azar«.
El magistrado lo expresó al hablar hoy en el marco de la conferencia internacional «Perspectiva de la situación carcelaria en América Latina y Derechos Humanos«, que se llevó a cabo en el auditorio de la Sindicatura General de la Nación (Sigen).
Junto al Juez de la Corte disertaron el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, y el director general del Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para Prevención del Delito, Elías Carranza.
El titular de la Sigen, Daniel Reposo; la subsecretaria de Gestión Penitenciaria, Laura Lopresti; y el director Nacional del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, también estuvieron presentes.
El magistrado afirmó que «es imposible cambiar la conducta de un preso», pero que el Estado «debe hacer algo para modificar la autopercepción (del interno), para que no haga lo mismo cuando salga».
«Esta promoción de cambio en la autopercepción existe en la educación«, dijo Zaffaroni, quien aseguró que «la alta inversión en educación y la potencialización de la universidad en el conurbano y algunas provincias permite que se estén incorporando jóvenes que son primera generación de universitarios».
Así, el Juez de la Corte sostuvo que los caminos para mejorar la reinserción social de los convictos son «la reducción de la autonomía policial, con la policía de investigación y la judicial» y el «impulso de la educación» en la vida de los presos.
«Además, obviamente, hay que jerarquizar y respetar los derechos laborales de los policías. Ellos tienen que estar bien pagos, también», sostuvo el ministro.