Cuando un político al que sus seguidores, lo definen como un estadista, creen en su palabra porque destacan que él fue el único que decía la verdad aunque duela, se encuentra cómodo con un amigo periodista como Luis Majul que no solo militó sus ideas, sino que es parte interesada del macrismo, donde trabajan su esposa y otros familiares, indignado hace estas afirmaciones, hay que recordarlas.
Dice el refrán «confessio per relevium de testimonio«, no hay mucho por agregar, gracias Mauricio por indignarte con los que no entendieron tu gobierno y tus logros.
La cara de Majul es impagable.