Para el gremio de vialidad el 65% de las rutas está en mal estado y es culpa de Dietrich

El titural de la Federación de Personal de Vialidad Nacional, Julio Aralde, solicitó equipamiento y personal con el fin de reactivar la obra pública en las rutas y devolverle protagonismo frente a la matriz privatista que primó durante la cuestionada gestión de Guillermo Dietrich y Javier Iguacel.

El titular de la Federación del Personal de Vialidad Nacional (Fepevina), Julio Aralde, se pronunció por la necesidad de que el organismo adquiera equipamiento e incorpore personal para «recuperar las tareas y las cuadrillas y realizar el control de pesos y dimensiones de los camiones a fin de cuidar la inversión realizada por la sociedad».

El dirigente sindical aseguró a Télam que realizar «las tareas oficiales de conservación cuesta casi un 70 por ciento menos que bajo cualquier contrato con una empresa privada», y reclamó por ello «un Estado fuerte que planifique y articule la política vial, que es estratégica, al igual que la de las vías navegables, las aéreas o las férreas».

Aralde afirmó también que «las rutas significan soberanía»; enfatizó que es preciso «romper» la matriz impuesta en el organismo por la gestión de Mauricio Macri y remarcó que «es fundamental recuperar la visión estratégica, centralizada y planificada para que la obra publica y la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) estén al servicio del trabajo y la producción».

«Es preciso que ese esquema se oponga a los intereses que promueven la concentración y carterización de la obra pública. El macrismo produjo un gran ataque a la educación técnica y cerró las cinco escuelas viales, que otorgaban el título de técnico superior en obras, con el aval de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN)», apuntó el dirigente sindical.

Aralde añadió que la DNV tiene la tradición de formar a sus trabajadores, por lo que en 2004 abrió cinco en Buenos Aires, Santa Fe, Tucumán, Chubut y Santa Cruz, en las que se capacitaban 1.200 alumnos y unos 300 docentes, pero «la administración macrista decidió clausurarlas y los profesores fueron despedidos», aseguró el gremialista. Así mismo convocó a «la reapertura de esos establecimientos técnicos», en el contexto de «un proyecto superador y al servicio de alternativas de formación de varios sectores».

Aseguró que existe «el compromiso» en ese sentido del titular de la ANV, Gustavo Arrieta, quien ya procedió a la reincorporación de «los despedidos sin causa», y sostuvo que el gremio procura «recuperar las tareas de conservación y ofrecer un servicio de conectividad a todo el país y con la mayor seguridad para los usuarios».

«La Fepevina trabajó un plan a través de su equipo técnico, que prevé la recuperación de funciones, un rol protagónico y estratégico para el organismo y una mirada federal para el completo desarrollo de las regiones y ciudades del país. Lo fundamental será privilegiar los intereses de todos los argentinos por sobre los mezquinos de los privados», afirmó.

Para Aralde, la matriz privatista de la obra pública durante la anterior gestión «la integraron la Ley de Participación Público-Privada (PPP), Corredores Viales S.A. (CVSA) y el desmantelamiento del organismo vial» a través de «las políticas del exministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y la administración de Javier Iguacel en Vialidad».

«El exfuncionario procuró disciplinar sobre la base de persecución y miedo a la pérdida del empleo. No hubo más mantenimientos de rutina como bacheo, señalamiento y corte de pasto, que aportan a la seguridad. Como consecuencia, hoy un 65 por ciento de las rutas nacionales están en mal estado», concluyó el dirigente sindical a esta agencia.

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