Facundo Moyano, hijo del líder de la CGT, volvió hoy a levantar las barreras de los peajes de las autopistas porteñas para impedir que los operarios puedan trabajar, como presión para que la empresa concesionaria AUSA acepte que se puedan afiliar a su sindicato.
El más chico de los Moyano está al frente del Sindicato énico del Peaje (Supa) desde el año pasado, tras haber luchado -con el respaldo de su padre- desde 2005 para ocupar el cargo de secretario general de este importante gremio.
Ahora, el sindicalista mantiene una ardua pelea con el sindicato de Comercio, al cual le pide que libere a sus afiliados que quieren pasar a estar representados por el Supa que él conduce.
Asimismo, Moyano está en pie de guerra con la empresa Autopistas Urbanas Sociedad Anónima (AUSA), que pertenece al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que habría solicitado a sus empleados que no se sumen al SUPA.
Por el conflicto que le valió numerosas interrupciones a sus operaciones este año, AUSA pidió al ministerio de Trabajo, que preside Carlos Tomada, que intervenga.
Si bien el pedido fue realizado por las autoridades de AUSA en varias oportunidades, la cartera laboral sigue sin tomar conocimiento del conflicto y Moyano continúa levantando las barreras en forma casi periódica.
Las barreras fueron levantadas ya cinco veces en lo que va de 2010, y el SUPA prometió avanzar con las medidas si los 650 operarios no se suman al sindicato.
El sindicalista volvió a levantar las barreras durante unas siete horas este miércoles, por lo que los automovilistas pasaron sin pagar por los peajes de las autopistas porteñas 25 Mayo, Perito Moreno, Dellepiane e Illia.
Al encabezar la protesta, Facundo Moyano pidió a los trabajadores que quieren afiliarse al SUPA de que levanten las barreras para reclamar por la «libre afiliación» al Sindicato énico del Peaje.
En medio del reclamo, el sindicalista aseguró que «todos los días se producen congestiones de tránsito, no por medidas de fuerza sino porque hay más tránsito», con los que pidió que no se les echara la culpa por el caos vehicular.
«No es un desastre porque no estamos cortando nada. La gente cuando pasa toca bocina porque no paga peaje», describió Moyano en declaraciones radiales.
El líder gremialista también apuntó contra quienes reclaman cortando rutas o afectando servicios públicos, informó.
«En ninguna medida de fuerza nos metemos con la gente, no desabastecemos, no cortamos rutas. No es un desastre porque no estamos cortando nada», arremetió Moyano.
El conflicto se origina en la intención de unos «650 trabajadores encuadrados en el sindicato mercantil» de pasar al SUPA, según lo señalado por Moyano, medida que la empresa rechaza, debido a que el piso de los sueldos es mayor.
«Pedimos que a la gente que se afilia al sindicato de trabajadores del peaje no se las persiga, que no generen miedo», reclamó el sindicalista, y denunció que «pretenden que ningún trabajador se acerque al sindicato de trabajadores del peaje (SUPA)».
«No tenemos las mismas condiciones ni garantías», se quejó Moyano, y agregó que «el que tiene que elegir es el trabajador».
