Ni un bebé muerto en Avellaneda, pleno funcionamiento de la neo del Hospital Fiorito

Hospital-Pedro-Fiorito  Por estos días debutó la farsa de Vidal, la ministra Ortiz y el director de hospitales Busso. Lejos de reabrir la neonatología del Fiorito, han puesto en funcionamiento el servicio de maternidad. Sólo se harán partos «normales», dicen. Los partos no se pueden calificar de normales hasta que el bebé no haya nacido, ya que las complicaciones se pueden desencadenar en segundos, poniendo en riesgo la vida del recién nacido y de la madre. El hecho de que un recién nacido tenga inmediata atención (y de calidad) ante una complicación es un derecho básico.

Nuestros gobernantes están violentando de forma criminal los DDHH de nuestros bebés al no brindarles una pronta atención de su salud, al no existir internación de neonatología en el hospital.

También dicen que los bebes que tengan problemas al nacer, serán derivados a los hospitales Perón y Ana Goitia de Avellaneda, centros colapsados y que también viven en carne propia los avatares de la crisis sanitaria y social, y sin un sistema de derivaciones diseñado para tal fin.

La farsa debutó topándose con la realidad; el segundo bebé nacido en el Fiorito una vez que se habilitaron los partos «normales», requirió asistencia de terapia intensiva ante un cuadro de dificultad respiratoria, y tuvo que ser derivado al hospital Perón sin las condiciones ideales en lo concerniente al traslado.

Esta política criminal tiene sus cómplices en las burocracias de los gremios. ATE, Salud Publica y AMRA, que no han movido un dedo ante el cierre de la neo y, que incluso, han boicoteado las acciones de lucha de los trabajadores y la comunidad.

La complicidad incluye a CICOP, que ha levantado tempranamente las medidas de protesta a pocas semanas del cierre, y que ahora interpreta esta falsa reapertura como un triunfo, y hasta ha levantado el corte del puente Pueyrredón que ella misma había anunciado para el pasado miércoles 19 de octubre, al cumplirse un año del cierre de la neo.

Claro está que la situación del Fiorito es solo una muestra de la dura realidad que atraviesa, desde hace años, al sector materno infantil en la provincia de Bs. As.. Una agudización sectorial de la crisis de la salud pública, con desmantelamiento y cierre de servicios por doquier. Crisis que se sostiene en el vaciamiento sistemático de los hospitales, como política consciente de destrucción del sistema de salud público, cuyo objetivo último es la privatización.

La crisis de la atención materno infantil, es la punta de un iceberg que esconde cifras alarmantes de enfermedad y muerte de madres, bebes y niños en la primera infancia.

Desde Tribuna de Salud exigimos la reapertura y pleno funcionamiento de la neonatología del Fiorito, salario inicial equivalente al costo de la canasta familiar, aumento del presupuesto de salud y partida de emergencia. Servicios de la atención materno infantil con planteles de profesionales y no profesionales acordes al aumento poblacional, y que garanticen, junto a insumos y tecnologías de última generación, una atención de calidad para nuestros recién nacidos y sus madres.

Ningún cierre de servicios.

Ni un bebé muerto o enfermo por las políticas del Estado.
TRIBUNA DE SALUD – Partido Obrero en el FIT

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