La Legislatura de Neuquén aprobó con 25 votos la suspensión de la vicegobernadora Gloria Ruiz por «inhabilidad moral», tras el escándalo judicial por el desvío millonario de fondos que se desató el viernes pasado. La sesión comenzó con 34 diputados presentes y el escribano Fermín Romanos, contratado por el jefe de bloque de Comunidad, Ernesto Novoa. «Quiero dejar constancia que voy a ejercer mi derecho constitucional a defenderme», aseguró la presidenta de la Cámara en el inicio del debate.
También buscó, sin éxito, pasar a un cuarto intermedio de cinco días para que los diputados “sirvan reflexionar” sobre su posición, ya que les advirtió que “deberán hacerse cargo de las consecuencias una vez que pase todo esto”. Y comparó el proceso con los “juicios sumarios de la dictadura”.
Los diputados necesitaban reunir 18 votos, la mayoría simple, para aprobar la suspensión y abrir la comisión investigadora que evaluará su destitución. El legislador Ramón Fernández (MPN) fue el único ausente.
La previa de la sesión comenzó marcada por las novedades en la causa que investiga la fiscalía de Delitos Económicos: una serie de allanamientos en Registros del Automotor de Plottier por la presunta compra de una camioneta Toyota 0 kilómetro por parte de la vicegobernadora.
Los procedimientos se produjeron en el marco de la investigación del presunto desvío de fondos de la Legislatura en el que estaría involucrado Pablo Ruiz, hermano de la vicegobernadora y quien se desempeñaba como coordinador de Casa de las Leyes.
Y en paralelo, también hubo novedades políticas: la denuncia mediática que hizo la propia Ruiz, quien aseguró que, por «presiones», se quedó sin el abogado libertario Francisco Oneto, a quien había designado ayer. «Si presionaron para bajar al abogado que contraté, imagínense cómo estarán presionados varios legisladores para cambiar su voto, ya que no comparten este atropello a la democracia», sostuvo en un comunicado.
La vicegobernadora llega a este procedimiento de separación del cargo en soledad. El frente Neuquinizate le quitó respaldo, también lo hicieron la mayoría de los diputados y el gobernador Rolando Figueroa dijo estar «desilusionado» y aclaró que no estaba para hacerle «el aguante a nadie». Ruiz denunció un «golpe de Estado en su contra».
En el recinto hubo un grupo pequeño de militantes que llegaron desde el interior de la provincia, algunos de Plottier, Plaza Huincul y Aluminé, entre otras localidades, en apoyo a Ruiz. «Es un atropello», señaló una de las seguidoras de la vicegobernadora.