Fue, además, defensora del pueblo de la Ciudad y una de las fundadoras del CELS. Amiga del papa Francisco, viajó junto a Cristina Kirchner cuando lo fue a visitar. Será velada en la Legislatura porteña.
Alicia Oliveira, una de las fundadoras del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), murió este miércoles luego de batallar contra una larga enfermedad.
Fue jueza de menores hasta que la dictadura militar la cesanteó de su cargo. Además, fue defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires en tiempos del «corralito», y se destacó en la defensa de usuarios y consumidores.
Era amiga personal de Jorge Bergoglio, y formó parte de la comitiva que acompañó a Cristina Kirchner en su visita al Vaticano. A ella se le atribuye la relación que trabó con el Sumo Pontífice el flamante embajador argentino ante el Vaticano, Eduardo Valdés.
Además, fue directora de Derechos Humanos en la Cancillería durante la presidencia de Néstor Kirchner. El ministro de Relaciones Exteriores era Rafael Bielsa.
Falleció en su casa de Almagro y será velada en la Legislatura porteña a partir de las 20:30.
Saludos
El Papa Francisco se comunicó esta tarde con los familiares de Alicia Oliveira. Fuentes eclesiásticas informaron a DyN que Su Santidad «llamó a los familiares y les aseguró sus oraciones para el eterno descanso» de Oliveira.
Además de la amistad que unía al Papa con Oliveira, fue monseñor Jorge Bergoglio quien bautizó a los tres hijos de la ex magistrada.
El embajador argentino ante el Vaticano, Eduardo Valdes, elogió la figura de Alicia Oliveira. Dijo que «fue la primera jueza echada por el golpe militar del 24 de marzo de 1976» y quien «más habeas corpus presentó en aquél entonces en el fuero penal porteño».
«Alicia fue puente antes que el Papa Francisco. Y donde esté debe estar muy feliz porque hoy se estrecharon en un abrazo Su Santidad y Estela Carlotto. Ella fue el puente y debe estar feliz porque derribo todos los muros», afirmó Valdes a DyN.
El Defensor del Pueblo, Alejandro Amor, y todo el personal de la Defensoría expresaron su profundo dolor y pesar por el fallecimiento de Alicia Oliveira, primera Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.
A través de un comunicado, la Defensoría del Pueblo expresó: «Alicia Oliveira fue una comprometida militante que a lo largo de su trayectoria supo trabajar incansablemente por los derechos de las personas más vulnerables. Por ese motivo en el mes de agosto, en el marco de las Jornadas de Debate por los 20 años de la Reforma Constitucional, Alejandro Amor la homenajeó por su labor en la institución».
Y agregó: «La Defensoría del Pueblo lamenta profundamente la pérdida irreemplazable de quien sentó las bases de esta casa de defensa de derechos y garantías, tal como la conocemos hoy. Y acompaña a sus hijos y familiares en este doloroso momento».
«Nuestra Defensoría tiene mucho de Alicia», subrayó el Defensor del Pueblo Alejandro Amor.
«En el recuerdo de los trabajadores de la casa y en la impronta con la que cotidianamente trabajamos, profundamente arraigada en la cultura de la defensa de los derechos humanos de todos los seres humanos sin importar su procedencia u origen social. Le debemos nuestra identidad y por eso la vamos a extrañar siempre», remarcó.
El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, aseguró hoy que es un momento «de mucho dolor» y destacó la figura de la ex Defensora del Pueblo de la Nación: «Se pierde una parte de la mejor historia de las mujeres argentinas de los últimos años».
«Es una pérdida extraordinaria porque fue una luchadora de los derechos humanos, y ha hecho un trabajo por la minoridad que se va a recordar siempre. Tenerla que despedir es doloroso porque se pierde una parte de la mejor historia de las mujeres argentinas de los últimos años, una de esas mujeres que con su lucha dejó la marca de su paso», aseguró el titular de Diputados en declaraciones periodísticas.
Asimismo, Domínguez recordó: «El último tiempo compartí muchos momentos con Alicia. Viajamos juntos a la asunción del Papa Francisco. Ha sido una argentina que ha vivido como ha pensado. Y nunca tuvo reparos en ser coherente y en decir lo que pensaba».
