Continúa la crisis en el cine argentino. El lunes 12 a las 12:00 hs. se movilizan a las puertas del organismo en Lima 319.
Los trabajadores del Incaa convocaron a la comunidad audiovisual a movilizarse a las puertas del Instituto, ubicado en Lima 319, el lunes a las 12 hs., para exigir la reincorporación de los despedidos. Como vienen denunciando las pruebas presentadas esta semana no dejan lugar a dudas de que se trata de trabajadores que realizan tareas habituales y permanentes y están capacitados para cumplirlas, por lo que dejar esas áreas sin ese personal atenta el desarrollo del organismo.
Los cuatro despedidos tienen funciones específicas, habituales y permanentes. En el documento, la Junta Interna del Incaa detalla las tareas de cada uno de los afectados por la medida tomada por el presidente del INCAA, Ralph Haiek: Pedro Jacomet (egresado de la ENERC) y Lucas Sierra, especialistas en sonido, trabajan en el área de Patrimonio, en donde realizan –entre otras tareas– la puesta técnica de diversos eventos del Instituto y en los festivales de cine que se realizan en todas las regiones del país. Maximiliano Rodríguez Siracusa (también egresado de la ENERC) es uno de los dos camarógrafos que tiene el Incaa y trabaja en la producción y planificación técnica del Centro de Producción Audiovisual, así como en el registro de los numerosos eventos. Ian Baena desarrolla sus tareas en el área de Tecnología e Informática, en donde soluciona los problemas técnicos de las computadoras de compañeros y compañeras de todos los edificios que componen el Instituto.
Los despidos son una continuidad de una modalidad de contratación precaria que hace incurrir al Estado en fraude laboral. Figuraban para el Instituto como “proveedores” a pesar de que van a trabajar todos los días. Ni las gestiones anteriores ni la actual han dado una respuesta positiva a los reclamos de que se los regularizara.
Al confirmarse su designación como presidente del INCAA, Ralph Haiek realizó recorridas por todos los edificios del Instituto, en las que afirmó que “no estaba en riesgo ningún puesto de trabajo”, y que no asumía para “administrar la escasez, sino más bien todo lo contrario”. De igual manera que lo hizo ante los medios de comunicación, la Asamblea Federal y el Consejo Asesor, órganos que cogobiernan el Incaa.
El lunes 12 de junio, día al que se llama a la movilización, se vence el plazo solicitado por las autoridades del Incaa –a cargo de su presidente, Ralph Haiek, y el gerente general, Juan García Aramburu– para resolver la situación de los cuatro trabajadores despedidos.
