Megacausa de corrupción hace tambalear a policías federales

Ya son 24 los oficiales y suboficiales investigados por la Justicia.

En lo que va camino a convertirse en una megacausa por corrupción en la Policía Federal, la Justicia sumó a la investigación a otros cuatro uniformados, lo cual eleva la lista de sospechados de 20 a 24, por hechos cometidos en tres seccionales porteñas de la fuerza.

Así lo confirmaron fuentes judiciales, las que precisaron que los efectivos investigados son de las comisarías 7ma (Balvanera), 28va (Parque Patricios y Barracas) y 44ta (Liniers), y están acusados de cobrar «coimas» para liberar zonas, dejar funcionar prostíbulos u ofrecer un servicio «especial» de seguridad.

Los policías fueron denunciados ante la Justicia por el Ministerio de Seguridad a cargo de Nilda Garré, indicaron este jueves las fuentes consultadas por Noticias Argentinas. Se trata del comisario inspector Eduardo Catalán (actual jefe de la circunscripción VIII); el comisario Walter Rodríguez; los subcomisarios Marcelo Méndez, Daniel Lobos; el oficial principal Julio Alberto Aguirre; la subinspector Lorena Cuellar; el sargento Julio Angel Zelaya y los cabos 1° Ariel Amaya, Carlos Molas y Jorge Luis Burgos, todos ellos de la seccional 28va.

De la comisaría 7ma los denunciados son el comisario inspector Luis Poggi (ex jefe de la Circunscripción VI y ya pasado a disponibilidad); el comisario Claudio Lucione (era el titular de la seccional 17ma); el subcomisario Osvaldo Tapia (es jefe de la misma seccional); subcomisario Elio Tobares (sigue como segundo jefe de idéntica dependencia) y el subinspector Pablo Aksiuk. La Justicia también investiga, de la comisaría 44ta, al ex comisario Mario Trejo (pasado a disponibilidad); el subcomisario Carlos Alberto Del Papa (actual titular de la seccional 42da de Mataderos); a los cabos 1° Leandro Casas, Ricardo Boaglio; al cabo Pablo Urquiza y el agente Elías Peralta Maceda.

Además, aparecen mencionados en la causa el suboficial mayor Rubén Russo, el cabo Jorge Fermini y otro cabo de quien no trascendió aún el nombre. Entre todos los denunciados hay dos casos particulares: uno de ellos es el del comisario Lucione, quien fue desplazado de la seccional 17ma pero la cúpula de la Policía, encabezada por Enrique Capdevila y Alejandro Di Nizo, le dio un cargo vital en la división Operaciones, cuyo jefe es Guillermo Calviño, el área encargada de controlar piquetes, marchas y otros temas similares.

El otro caso es el del subcomisario Del Papa, quien figuraba en la lista de jefes que el 1 de septiembre pasado ascendieron a comisarios, pero el pedido elevado por la Jefatura de la fuerza fue rechazado por la ministra Garré ante las denuncias que investiga la Justicia. En relación a las acusaciones a estos efectivos aparecen el cobro por ofrecer seguridad a comercios de Balvanera, protección para evitar problemas a la hora de descargar mercadería importada que pudiera ser apócrifa, y el pago de prostíbulos para que la Policía los dejara seguir funcionando.

La comisaría 28 con recaudaciones poco claras

De acuerdo a la denuncia presentada a la Justicia por el Ministerio de Seguridad, aparecen varios comercios, empresas y hasta el club Huracán de Parque Patricios -en este último caso para que dejaran entrar a los «barrabravas»- en el pago de seguridad o de zonas liberadas, por las cuales en total se habla de una recaudación de «alrededor de 70.000 pesos mensuales». En el caso del elenco de parque Patricios, se señaló en la denuncia que un presunto allegado a la dirigencia de esa entidad aportaba «10 mil pesos cuando el equipo juega de local para que la barra y otros directivos puedan disponer libremente sobre el operativo policial sin que los barras sean apresados ante eventuales incidentes».

Entre los más destacados aparecen un abono de 2.500 pesos del Sindicato de Camioneros, con el fin de «liberar las inmediaciones de los diferentes puntos de reunión de sus afiliados», previo a los actos políticos en los distintos lugares de la Capital Federal. En la causa también figuran el pago por una parada de taxis frente al Hospital Británico y otros de Editorial Santillana, supermercados chinos, parrillas, hoteles, inmobiliarias y hasta talleres clandestinos.

La relación de la Seccional 44ta. y los prostíbulos

El barrio porteño de Liniers tiene una importante cantidad de prostíbulos y, de hecho, los vecinos reclaman desde hace varios años por la impunidad con que -según denuncian- se vinculan estos locales y los efectivos policiales. En la denuncia aparece la protección policial a distintos comercios, la falta de controles a combis truchas y puestos callejeros clandestinos, y la falta de «predisposición» de esa seccional para actuar sobre estos locales en los que se ofrecen servicios sexuales.

De acuerdo a la denuncia, los policías sospechados recaudan «entre 50 y 200 pesos por semana con los puestos ambulantes, los cuales son alrededor de 500». Entre los cobros que haría la Brigada de esa comisaría también aparecen seis prostíbulos: tres sobre la colectora de la Avenida General Paz y Ramón Falcón; otro sobre la calle Montiel, entre Ramón Falcón y la Avenida Rivadavia; uno en José León Suárez, entre Rivadavia y Ramón Falcón; y el restante frente a la Terminal de Ómnibus de Liniers.

De hecho, un grupo de vecinos denunció años atrás la existencia de un local de este tipo ubicado arriba de un pelotero para niños y el caso repercutió en el periodismo nacional. Aquella vez también revelaron que los jefes policiales de entonces los habían amenazado para que no lo informaran a la prensa. En varios casos de estas tres seccionales, el cobro de la plata lo hacía personal denunciado de la brigada o «algún civil enviado por los uniformados sospechados».

Fuente:Buenos Aires, NA.

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