Pertenece a una de las conclusiones del informe que elaboró el fiscal Federico Delgado. Denuncia que la policía persigue a fumadores de porros y paqueros en vez de a proxenetas y grandes narcos.
El fiscal federal Federico Delgado, quien realizó un trabajo estadístico sobre el ingreso de causas vinculadas a la infracción a la ley de drogas (la 23.737) que ingresaron a su fiscalía, la número 6 del edificio de Comodoro Py al 2000, durante un turno.
Andrés Klipphan dio a conocer un informe realizado por el fiscal Delgado sobre el tema donde se dejan ver irregularidades en cuanto al proceder de las distintas causas.
El resultado arroja que el 65% de los expedientes abiertos durante un turno con las fuerzas de seguridad son por «consumo personal» de drogas, que en un cien por cien serán archivadas y con conocimiento de la policía.
El representante del Ministerio Público Fiscal alerta hace tiempo a las autoridades que esto podría ayudar a elaborar «proyecciones en el diseño de la política criminal», y de esta forma lograr que los juzgados se descongestionen de estas causas para avocarse de lleno a investigar a los verdaderos delincuentes.
«Persiste la confusión entre tenencia de drogas y narcotráfico. Un vector se vincula con la salud pública y el otro con la criminalidad, según el fallo Arriola. Pero la evidencia revela que no hay políticas públicas diseñadas e implementadas en ese sentido», explica Delgado y abunda: «Por esa razón se consume tiempo, dinero y energía en casos que de acuerdo a la doctrina jurídica y la jurisprudencia no pueden progresar. Sin embargo, se insiste cada vez más con ello y obviamente ese tiempo, ese dinero y esa energía es la que hace falta para los casos complejos», como por ejemplo los de corrupción o de lucha contra bandas mafiosas organizadas, por citar apenas dos ejemplos.
En la fiscalía federal 6 de Capital Federal, durante un turno –segunda quincena de febrero de 2018- se abrieron 418 causas.
De ese total de expedientes, el 94% de las causas involucraron hechos por infracción a la ley de drogas (392 casos) y el 6% restante se relacionaron con otros delitos de competencia federal (26 casos).
De ese total de 392 expedientes abiertos por infracción a la ley de drogas, el 67,6% del total lo fueron por tenencia de drogas para consumo personal (265), lo que implica un 63% del total de causas iniciadas en el período.
De las 14 causas iniciadas como tenencia simple de droga, 4 fueron archivadas y 10 continúan en curso.
Un capítulo aparte, y del que debería tomar nota, por ejemplo, el Ministerio de Seguridad de la Nación, merece cuando el fiscal Delgado y sus colaboradores desgranaron el conjunto de las 265 causas abiertas por de tenencia de drogas para consumo personal archivadas por el fallo «Arriola» se descubrió que el 63% de las causas se iniciaron a partir de que efectivos de la Policía Federal, Gendarmería o Prefectura, le solicitó a los presuntos infractores «la identificación y se procediera a su posterior requisa, pues se encontraban en ‘actitud sospechosa'».
Para Delgado, la contundencia de estos resultados revela «la forma en que las fuerzas de seguridad previenen la tenencia y el tráfico de drogas. Además, la mala recepción del fallo Arriola en los ciudadanos».
Se incautó marihuana por un total de 3227,84 gramos y clorhidrato de cocaína (fundamentalmente pasta base) por un total de 156,01 gramos, -en razón de 1,2 gramos por persona a la que se le secuestró-.
48 causas se iniciaron por la intervención de la Policía de la Ciudad; 193 por la Policía Federal Argentina; 20 por la Prefectura Naval Argentina; 3 por la Policía de Seguridad Aeroportuaria, y 1 por Gendarmería Nacional.
En este punto específico el estudio de la Fiscalía Federal 7 se detuvo sobre «los procedimientos de la Policía de la Ciudad y la Policía Federal porque los otros son numéricamente irrelevantes».
En las 265 causas que se iniciaron por «consumo personal» los agentes detuvieron a la friolera de 506 personas. Este es el mayor número detectado por la Fiscalía desde hace siete años.
La razón, los uniformados detenía a todo el grupo que presuntamente estaba consumiendo, por ejemplo, un «porro» en una esquina o una plaza. Para la fiscalía también fue revelador detenerse a repasar los rasgos de los detenidos por tenencia de drogas para consumo personal.
De las 506 personas detenidas, 494 fueron hombres y apenas 12 fueron mujeres. La edad promedio de los detenidos fue de 26 años.
Repasando la situación laboral de los detenidos por «consumo personal», se destaca que 354 aseguraron ser «empleados», muchos de ellos en trabajos de albañilería o realización de «changas», y 146 –un número muy alto- manifestaron estar desocupados.
Los lugares dónde mayor cantidad de procedimientos realizó la División Ferrocarriles fueron las estaciones de Retiro, Constitución, Flores y Villa Soldati.
Para labrar las detenciones por «consumo personal» de estupefacientes, los efectivos utilizaron la presencia de 526 testigos que deberían ser ocasionales, es decir ciudadanos que pasaban por el lugar.
Delgado descubrió que los uniformados usan «testigos repetidos». Por ejemplo, uno de ellos fue convocado nueve veces en 15 días, otra en ocho ocasiones, tres de ellos en cinco oportunidades, seis en cuatro ocasiones, cuatro en tres ocasiones cada uno, y treinta y dos fueron llamados cada uno en dos operativos distintos, algo por demás sospechoso que roza con los irregular por esa razón el fiscal ya denunció estas maniobras ante el juzgado de turno para que se investigue.
De las 26 causas restantes que se relacionan con otros delitos de competencia federal la mayor incidencia de causas –siete- se vinculan con la trata, ya sea en su versión de explotación sexual (privados/prostíbulos) o laboral (fundamentalmente talleres clandestinos). Del total de actuaciones iniciadas, dos causas fueron archivadas, tres fueron remitidas por incompetencia a otros fueros o para su acumulación a causas ya abiertas, y dos continúan en trámite.