Una ex empleada de la senadora del PRO, Lorena Petrovich, denunció que recibía su sueldo de empleada domestica como asesora de la senadora en la Cámara alta bonaerense.
Una grave denuncia recayó sobre la senadora de Juntos, Lorena Petrovich, a quien una exempleada doméstica acusa de haberle pagado a través de un contrato del Senado bonaerense cuando ella hacía tareas de limpieza y cuidado de personas en la casa de la legisladora.
«Nunca fui a la Cámara de Senadores y mi tarea comenzó cuidando a su hijo. Todo está documentado porque ella vive en un barrio cerrado, así que hay registros de mis entradas y salidas a diario», dijo a Télam la denunciante, Gisela Montini.
Según relató Montini, de 40 años, realizaba tareas de limpieza y cuidado de un niño y una persona mayor en la casa de Petrovich, relación laboral que duró hasta abril cuando la senadora la despidió justo meses después de que la mujer presentara un certificado médico debido a una hernia de disco por la que «no podía hacer esfuerzos».
«La dejó sin obra social y sin ART, porque la ART no le reconoce su trabajo en la casa, ya que supuestamente cumplía funciones en el Senado según el recibo de sueldo», marcó el abogado que representa a la trabajadora, Luciano Sivori.
Según lo expuesto en la carta documento enviada el 5 de mayo, la denunciante marcó que «para evitar el pago de mi remuneración en forma personal, optó por registrarme como dependiente del Senado de la provincia de Buenos Aires asignándome como única tarea la realización de limpieza de su hogar particular, el cuidado de su hijo y de su mamá, infringiendo sus deberes de funcionaria pública, en perjuicio del erario fiscal».
«La senadora está incumpliendo deberes de funcionaria pública y no corresponde, además maltrató a mi clienta con todo lo ocurrido”, sostuvo el letrado.
La senadora del PRO de Lanús, representante de la Tercera Sección electoral y aspirante a la intendencia de Quilmes en 2023, dio su respuesta y marcó que Montini «trabajaba en la oficina que tengo y muchas veces no lo hacemos desde el despacho, ya que tengo una oficina en mi casa, entonces Gisela iba allá».
Asimismo, reconoció que “fue empleada de la Cámara de Senadores” y marcó que “arrancó a finales de 2017 inicios de 2018”, a la vez que marcó que “ha hecho, como todos los empleados en relación de dependencia que trabajan con nosotros, un trabajo de ‘cadetería’, como atención de un teléfono y traslado de papeles”.