El 27 de noviembre, Gustavo Javier Suárez tenía que ir a declarar a la Unidad Fiscal de Investigación (UFI) 12. Para eso había viajado desde el penal de Marcos Paz, una de las cárceles de mayor seguridad de la provincia de Buenos Aires. En el medio algo salió mal: el custodio que llevaba a Suárez a la sala donde le iban a tomar declaración fue interceptado a punta de pistola por un hombre que lo redujo y soltó al recluso. A una semana del hecho Suárez –que tiene varias causas, y entre ellas una por homicidio- sigue prófugo.
Fuentes de los Tribunales de Lomas de Zamora confirmaron a Info Región que nada se sabe de joven, que tiene 20 años, ni del cómplice que gestó la fuga: “Todavía siguen prófugos y el Fiscal está realizando averiguaciones para dar con sus paraderos”, señalaron desde el área que concentra la prensa de las fiscalías.
Las motivaciones que tuvo Suárez para correr el riesgo no eran pocas. Estaba preso en el complejo de jóvenes adultos de la cárcel de Marcos Paz, acusado en una causa por “homicidio calificado” y en otra por “homicidio y secuestro extorsivo”.
Además, en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 27 de la Ciudad de Buenos Aires su nombre figuraba como imputado en otra causa por “privación ilegal de la libertad”.
El prontuario de Suárez también indica que estuvo a disposición del Tribunal Oral de Menores (TOM)1 de la Capital Federal y del Juzgado de Garantía 3 de Lomas de Zamora.
Una vía de escape se le apareció al ahora prófugo cuando se dispuso su traslado desde la unidad carcelaria donde estaba alojado y la fuga fue una tentación poderosa frente al encadenamiento de causas que lo ponían frente al banquillo.
Por todo esto, el Fiscal Benecci, funcionario a cargo de la UFI 15, donde recayó la investigación por “evasión y robo” que ahora se suma a las otras acusaciones que pesan sobre Suárez, se enfrenta a una tarea compleja en la que va a intervenir la policía de la provincia de Buenos Aires.
La responsabilidad por la fuga de Gustavo Suárez fue atribuida por fuentes judiciales al Servicio Penitenciario Bonaerense, más allá de que el joven estuviera a cargo del Servicio Penitenciario Federal. El traslado, aseguraron, “corría a cuenta de la autoridad carcelaria de la Provincia”.
