Un efectivo de la policía local de Lomas de Zamora fue detenido por matar de un disparo en el pecho a su compañero cuando llegaban junto con sus esposas a su casa de la localidad bonaerense de Longchamps, y los investigadores procuraban determinar si tuvo la intención de asesinarlo o si se trató de un accidente.
Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió el lunes pasado alrededor de las 17, cuando la víctima, identificada como Luis Damián Almeyda, se encontraba en franco de servicio y conducía su auto Dodge 1500 en dirección a su vivienda, ubicada en Irízar entre Arrieta y Reconquista, de la mencionada ciudad del partido de Almirante Brown.
Según dijeron los voceros consultados, Almeyda regresaba de realizar unas compras y estaba en compañía de un amigo y también policía municipal de Lomas de Zamora, llamado Sergio Alejandro Salazar, y sus respectivas parejas.
Una vez que arribaron a la casa de la calle Irízar, bajaron del Dodge y, de acuerdo a las primeras declaraciones del propio Salazar a la policía, aún en la vereda intentó alcanzarle el arma reglamentaria a su amigo de forma que ésta se detonó accidentalmente y le dio un balazo en la zona izquierda del tórax.
En lugar de asistirlo, Salazar se fue a su domicilio en la localidad de Burzaco, en tanto que su esposa pidió ayuda y lo subió nuevamente al Dodge con la intención de llevarlo a un centro asistencial.
Personal del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Almirante Brown interceptó el auto con el herido y lo trasladó al Hospital Interzonal Lucio Meléndez de Adrogué, donde finalmente falleció.
En el hecho intervinieron los detectives de la seccional 4ta. de Almirante Brown, que luego de escuchar la versión de los hechos de boca de la esposa de la víctima se dirigieron a la casa de Salazar, en la calle Juan Sarcione, de Burzaco, y lo detuvieron. También secuestraron su pistola reglamentaria marca Bersa calibre 9 milímetros.
La causa fue caratulada como «homicidio» y quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 15 de Lomas de Zamora, cuyos responsables ordenaron la realización de diversos peritajes, entre los que se encuentra la búsqueda de rastros de pólvora en las manos del policía detenido y de huellas en el arma incautada.
