Un hombre de 69 años fue condenado a un año de prisión por ejercer ilegalmente la medicina en José Mármol. Si bien la justicia acreditó que se desempeñó como falso médico durante dos años, varios testimonios señalan que lo hizo durante cerca de 30 años.

El Juzgado Correccional 2 de Lomas de Zamora condenó a un año de prisión de ejecución condicional a Marcos Saavedra Puyén por los delitos de “ejercicio ilegal de la medicina, en concurso ideal con usurpación de títulos”.

La jueza Claudia Ávalos del Juzgado Correccional 2 tomó la decisión en el marco de un juicio abreviado en el que el fiscal de la causa, Javier Martínez, y la defensa de Saavedra Puyén acordaron la pena.

En el fallo, también se dispuso la excarcelación del condenado bajo caución juratoria y el pago de las costas del proceso.

Fuentes judiciales recordaron que todo comenzó con una  denuncia que hizo un comerciante ante un certificado médico que le presentó uno de sus empleados. La investigación fue llevada adelante por los fiscal Javier Martínez y Alejandro Alleno de la UFI 8 de Lomas de Zamora, en conjunto con el Destacamento Policial de Banfield Oeste.

Marcos Saavedra Puyén, de 69 años, era conocido como “el médico del pasillo” ya que su consultorio se encontraba en una construcción del fondo de una casa ubicada en Bynnon al 3100. A 50 metros, en la misma cuadra, se encuentra la Comisaría de José Mármol.

“Hacía 30 años que ejercía sin ser médico. De hecho su actual esposa lo conoció cuando ya ejercía en forma ilegal”, explicó una fuente ligada a la pesquisa del caso.

El condenado tenía sellos y recetas  a su nombre pero la matrícula – que le otorga valor al ejercicio de la medicina – correspondían a su hermano. Este último reside en la Costa Atlántica. Los hermanos, de nacionalidad peruana,  se encontraban peleados desde hacía más de 30 años.

Saavedra Puyén fue detenido en su consultorio el 20 de agosto de 2021. Del lugar seguían saliendo y entrando pacientes a los que atendía y recetaba medicamentos.

En la causa se determinó que “atendía a pacientes, diagnosticaba y prescribía medicamentos sin tener el título de médico habilitante para el ejercicio de la profesión”.

La leve condena para alguien que durante tantos años atento de forma directa contra la salud de sus pacientes, parece un chiste desagradable.