El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora lleva adelante un juicio oral contra 16 policías y un civil acusados de extorsionar a feriantes de La Salada. También están imputados por cohechos a dueños de corralones y talleres mecánicos de Esteban Echeverría.

Fuentes judiciales informaron que la mayoría de los acusados prestaba servicios en la DDI de Lomas de Zamora y en la Comisaría de Ingeniero Budge.

Los policías y el civil están acusados de los “delitos de asociación ilícita en carácter de organizador, cohecho, falsedad ideológica, incumplimiento de los deberes de funcionario público, ocultamiento de pruebas y encubrimiento agravado, todos ellos en concurso real entre sí”. Los hechos ocurrieron entre 2016 y 2018.

Para el fiscal Sebastián Scalera, que intervino en la instrucción y ahora en el juicio oral, los acusados actuaban coordinadamente y formaban un grupo delictivo dedicado a la recaudación ilegal de dinero.

Los imputados son Esteban Lofeudo, Ubaldo Ismael Fuenzalida, Rodolfo Gustavo Moran, Marcelo Ramón Maurino, Carlos Daniel Gómez, Roberto Romero, Roberto Lezcano, Bruno Nicolás Shporluk, Eduardo Nicolás Moya, Cristóbal Rubén González, Marcelo Villarreal ( el único civil), Cristian Ezequiel Aníbal, José María Mattos, Rubén Cañete, Alberto Damián Tévez, Leonardo Brandán, y Norberto Benítez.

En la causa están prófugos Matías Gómez y Horacio Nicolini. En tanto, en el marco de un juicio abreviado fue condenado a dos años otro policía, Cristian Aníbal.

Los hechos que le imputa a los policías ocurrieron en La Salada, Esteban Echeverría y Claypole. En el caso de la conocida feria de Ingeniero Budge, según la acusación, extorsionaban a feriantes, liberaban zonas para que se cometieran robos y les cobraban a los “trapitos” para dejarlos trabajar.

En la jornada del viernes último, desarrollada en la Sala Grande de Juicios de los Tribunales de Lomas, declaró el Comandante de Gendarmería, Ramón Pérez, quien firmó los informes de esa fuerza que involucran a los imputados.

Explicó que se detectaron “cobros indebidos a feriantes de La Salada” y que los policías imputados “se repartían las ferias para realizar la recaudación”. En esa línea, dio detalles de los grupos “de cobro”.

“La gente tenía miedo. No quería denunciar porque decían que después los policías los mandaban a robar”, aseguró el jefe de Gendarmería.

Luego prestó declaración un testigo de identidad reservada, a través del sistema Teams de videollamada. Este hombre contó que efectivos de la DDI de Lomas de Zamora inspeccionaron su corralón de materiales y “dijeron que había algo irregular en un camión, algo que era falso”.

“Me pidieron 100 mil para arreglar y no hacer ninguna causa. Les di 20 mil pero querían cobrar el resto de la plata y siguieron viniendo. Uno de ellos, como no tenía más dinero, se me llevó 10 cajas de cerámica”, recordó.

Luego declararon dos testigos de las defensas que destacaron el buen concepto que tenían de algunos de los imputados. En el caso de uno de estos, el comisario Walter Ambrusese, dijo no recordar qué causa tenía en Lomas uno de los policías acusados. Entonces, el fiscal Scalera le mostró una captura de diálogo de chat que existe en la investigación y el jefe policial terminó admitiendo que efectivamente conocía la causa que se tramita ahora en el TOC 7.

Posteriormente pidió hablar Carlos Gómez, uno de los policías imputados. Recordó haber trabajado en investigaciones por delitos en la zona de La Salada y tener de “informantes” a los dos hombres que están prófugos en esta causa.

“Nunca fui a cobrar una coima ni los que están aquí acusados fueron jefes o compañeros míos”, aseguró Gómez.

En el final de la audiencia, se escucharon grabaciones de escuchas presentadas por la fiscalía que fortalecen la acusación contra los policías acusados.

El juicio oral continuará en los próximos días con las audiencias de testigos, previo a la realización de los alegatos de la fiscalía y la defensa.