Lanús: El desesperado pedido de una mamá

Antonella Viñolo tiene 7 años y necesita asistencia profesional tras entrar en un estado de estrés. No tiene obra social, necesita ayuda estatal.

Antonella tiene 7 años, vive en Lanús y tras el aislamiento obligatorio entró en una etapa de estrés que la llevó a dejar de comer. Pesa 10 kilos menos de lo que debería pesar para su edad. Su familia denuncia el abandono de la escuela y de médicos que no quieren atenderla.

Desde que se decretó la cuarentena en el país, Lorena Andrea Savano puede lograr que su hija de 7 años se alimente. La pequeña tiene autismo y con el cambio de rutina Antonella Viñolo entró un estado de estrés y dejó de comer. La mujer denunció que la escuela y los especialistas que la deben tratar la abandonaron y ahora está al borde de la anorexia.

Antonella Viñolo nació el 27 de agosto de 2012 con una encefalopatía no evolutiva y a los 3 años fue diagnosticada con autismo, un traumatismo emocional severo. Asistía a la Escuela Especial Nº 509 de Lanús que tuvo que cerrar por el aislamiento. Aunque los especialistas deben seguir trabajando con los chicos, la nena no está siendo asistida y su salud emocional es grave.

«Yo me comuniqué con la escuela y les conté lo que le estaba pasando a mi nena, siempre me dijeron que me iban a ayudar para estabilizar la salud emocional de mi nena, pero no fue así. Pasaron varias semanas y vía WhatsApp la vice me dijo que no se iban hacer cargo de la salud Antonella. Que sí estaban como institución pero no para la salud», contó Lorena.

La mujer decidió seguir tocando puertas porque pasaban los días y su hija seguía estresada y sin comer. «Empecé a buscar por todos lados, hasta psicólogos privados pero nadie podía, gente allegada a la municipalidad, le escribí a Néstor Grindetti, el intendente de Lanús, tuve contacto con un concejal, me mandaron una señora que atiende temas de discapacidad y que me iba ayudar pero nunca se comunicó conmigo», señaló la mujer.

Según contó Lorena, varias veces habló con las asistentes sociales que le recomendaban y siempre la solución fue que le pequeña debe medicarse. «No sé cuál es la intención de la escuela, porque a mi hija la trataron de agresiva cuando todos saben que ella no es así. Le querían mandar pastillas, pero el psiquiatra me dijo que no las necesita, que esto es algo emocional», aseguró.

«Se lavan las manos con el tema de la pandemia, pero no es la primera vez que pasa. El año pasado ellas también desistieron de atenderla cuando mi hija dejó de comer en noviembre y recién empezó a comer los primeros días de enero. A la nena no la querían ver en ningún hospital; no la querían mandar a hacerle análisis ni nada. Le dieron jarabe para que le abriera el apetito y una orden para que la vea un psiquiatra. Ahora le vuelve a pasar lo mismo y se excusan con el coronavirus», aseveró Lorena.

La madre de Antonella denunció además que hace unas semanas- tras insistir por ayuda- la enviaron al hospital municipal Narciso López donde no pudieron revisar a la pequeña porque había niños y adultos sospechados de estar contagiados de Covid-19 por lo que estaba restringida el área de pediatría, le prometieron que le mandarían a una psicóloga para hacerle seguimiento y contención emocional a la nena pero nunca se comunicaron con ella.

«La pediatra la vio y dijo que se le notaba la delgadez pero no la podía pesar porque tenía a los nenes con posible Covid-19», relató Lorena.

«Cuando entran en estrés algunos niños con autismo dejan de comer, y se ve que con todo lo ocurrido le volvió a pasar. Me mandaron al Tobar García, un hospital psiquiátrico para niños, y ahí no quisieron recibir a Antonella, no la pudieron atender», agregó.

Pese a su insistencia, Lorena sigue sin conseguir que su hija obtenga la ayuda que necesita y la menor está cada vez más débil: pesa 18,5 kilos y debería pesar entre 27 y 28 kilos.

«Siempre estuvo mal la atención de la pediatra municipal. Yo no sé si es porque tiene autismo, es como que para ellos la crisis de mi nena es por un capricho. El que no conoce el autismo es muy complicado que entienda esta situación y siempre señala al niño o niña como caprichoso», aseguró Lorena.

«Nadie se quiere hacer cargo de la salud emocional de ella. Un día me llamó la directora de Salud Mental y me dijo que dejara de quejarme en todos lados que por más que venga el Presidente ellas no pueden hacer nada», relató sobre la agresión que recibió con esos dichos.

Y agregó: «Yo no voy a bajar los brazos, soy una madre desesperada que tiene más de dos meses a una hija sin comer. Mi hija tiene que ser asistida con protocolo, es una paciente de riesgo y no pueden dejarla de la manera que lo están haciendo, sin apoyo emocional. Esto es un abandono de persona«, insistió.

Con la extensión de la cuarentena Lorena teme que su hija empeore e insiste que lo que hacen los especialistas de la municipalidad es poco y no ayuda a que su hija salga adelante. «Ayer me llamó una trabajadora social y le dije que le nena sigue sin asistencia, ellas solo se interesan en darle mercadería. Mi hija está por debajo del peso que debe estar «, manifestó desesperada.

Lorena Andrea Sava +54 9 11 5508-8414 (Sólo pueden contactarla mediante WhatsApp con texto o llamadas con internet, ya que tiene la línea bloqueada). Teléfono de línea: 011-6061-7103

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