La Pampa:Sin arrepentimientos

Estas palabras corresponden a Marcelo Tomaselli, el sujeto que violó a su novia, se casó con ella y después la asesinó en la ciudad pampeana de General Pico. El joven rompió el silencio ante la prensa y aseguró que no está arrepentido de haber cometido el crimen.

Marcelo Tomaselli, el hombre que violó a su novia, fue liberado por la Justicia cuando se casó con ella y la terminó matando, rompió el silencio ante la prensa, dijo que la «volvería a matar» e intentó justificar el homicidio de Carla Figueroa.

«La volvería a matar. Yo sufrí mucho, pero ya está. ¿Qué hice mal? ¿Qué le hice? Con todo lo que me hizo, tantas cosas…«, expresó en declaraciones a la prensa, desde una cárcel de la ciudad de General Pico.

Tomaselli fue condenado por haber violado a su novia, Carla Figueroa, en abril de 2011, pero posteriormente fue liberado, ya que jueces del Tribunal de Impugnación Penal de La Pampa aplicaron la figura del avenimiento, es decir, el «perdón» de la víctima y permitieron su casamiento.

Una semana después de la liberación, el 10 de diciembre de 2011, Tomaselli tomó un cuchillo y le aplicó 15 puñaladas a su esposa, frente a su hijo de 3 años de edad.

El caso de Carla Figueroa provocó una gran conmoción a nivel nacional, que derivó en la derogación de la figura del avenimiento, por parte del Congreso nacional, en el Código Penal.

En declaraciones al sitio web Infopico desde la Alcaidía de la Unidad Regional II de General Pico, el homicida intentó victimizarse constantemente.

Tomaselli dijo que la joven lo «celaba» y que además lo acusaba de serle infiel.

Además, negó que en abril de 2011 la haya violado porque, según sostuvo, fue una relación consentida.

Posteriormente, luego de la firma de una resolución de jueces del Tribunal de Impugnación, fue liberado y se fue a vivir con Carla, a quien mató una semana más tarde.

Dijo que el día del asesinato, Carla le pidió «perdón» por haberlo acusado de la violación y por haberle sido infiel, pero aseguró no recordar cuándo la mató.

«Desperté en la Comisaría Segunda, atado en un banco, enchastrado de sangre. Me levanté asustado, patee la reja y llamé al encargado, no entendía nada, preguntando por qué estoy acá. El oficial me dice si yo lo estaba cargando. ‘Mataste a tu mujer’, me dice. Esta no es mi verdad, es la verdad. Necesito a mi hijo, es la única persona que me mantiene en pie y que no me deja bajar los brazos. Yo no quiero que llegue ese día«, expresó.

«La gente escuchó una sola campana y me arruinaron por toda Latinoamérica -sostuvo-. Pero de esta campana que hoy se habló, ahora, es la única verdad. Hay que aprender a escuchar a las personas, tanto como los jueces, fiscales. Hay que saber escuchar. Conmigo se equivocaron. Este es Marcelo Javier Tomaselli. Que solo quería ser feliz, que lo supieran valorar, que le dieran amor, que lo hicieran feliz, que lo escucharan, y nadie me escuchó. Nadie me creyó«, añadió.

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