La Obra Social OSECAC solicitó el derecho a réplica

Baja-Dulce-Espera-2 Luego de las publicaciones sobre los damnificados de la Clínica Nuestra Señora de la Dulce Espera, en la que se mencionara entre otras obras sociales a la de empleados de comercio OSECAC, el titular del SECLA, Pedro Orlando Machado, solicitó a nuestro medio que le diéramos el espacio para aclarar que la obra social OSECAC, no tiene desde hace ya tiempo vínculo alguno con la mencionada clínica.

Para certificar sus dichos nos envió copia de las notificaciones formales y legales cursadas a la clínica, reconociendo que fueron muchos los reclamos de los afiliados respecto a la atención y el servicio que la clínica brindaba.

Tal vez esta acertada acción, hubiera evitado más muertes si otras obras sociales como la Mutual de Trabajadores Municipales de Avellaneda, de la cual Hernán Doval es presidente y el Sindicato de Trabajadores Municipales de Avellaneda del que es Secretario General Adjunto, secundando a Rubén Cholito García, quien además es presidente de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses, muchos cargos, pero al parecer poca responsabilidad para con los afiliados.

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Un comentario de “La Obra Social OSECAC solicitó el derecho a réplica

  1. Mi hija Ana Paula falleció a raíz del desacertado tratamiento que le dieron en esa clínica, y con motivo de irregularidades que constatamos mientras estaba viva e internada ahí, hicimos todo lo posible para salvarla y la trasladamos al Sanatorio San Jose de Capital donde falleció y contataron el tratamiento erroneo con el cual habían procedido. A raíz de este traslado, que solicitamos en OSPIP (plásticos), nos presentamos personalmente en la obra social, la cual en un principio fue muy burocratica pero ante nuestra insistencia y viendo la gravedad de la situación, ya que Ana Paula se moría y podía recaer en sus conciencias, nos trataron amablemente y rápidamente unos de los socios de esta obra social, personalmente se ocupó del tema y logró ubicar un excelente lugar con un ser humano maravilloso y fundamentalmente «humano» Dr Lamela que junto a su equipo hicieron lo imposible para salvarle la vida a nuestra hija, pero ante el desastre que habían hecho en la dulce espera no pudieron hacer nada y a los dos días falleció. El Dr, Lamela hasta lloró cuando nos informó de lo sucedido, en contraste de la Dra. Brook, de la dulce espera, que se agarraba los pelos y nos decía que no veía la hora de que nos vayamos de ahí. Volviendo a la obra social, si bien actuaron bien en un principio, nos ofrecieron ir a la clinica Boedo de Lomas que es otra clínica del horror, a lo cual nos negamos y nos derivan a capital. No entiendo porque estas clínicas siguen operando con esta obra social, o cualquiera, ya que son las que provocan muertes que no deberían ocurrir en ningún lado y que son totalmente evitables si no existieran lugares como estos.

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