El caso ocurrió el jueves a la tarde en Ituzaingó y al parecer tiene relación con una banda que opera en la zona Oeste y que tendría que ver con la desaparición de dos jóvenes en Padua y Merlo.
Mariana tiene 14 años, vive con su familia en Ituzaingó y estuvo a punto de ser víctima de una banda que presuntamente rapta niñas para la explotación sexual. Así lo sospecha su familia y los investigadores del dramático caso, registrado el jueves al atardecer, cuando la chica fue abordada en la vía pública, amenazada y golpeada, y logró zafar porque forcejeó con uno de los sujetos y gritó pidiendo ayuda, generando el escape de los delincuentes.
Por tratarse de una víctima menor de edad, el nombre de la protagonista es falso, al igual que el de su madre, Estela, indicó que todo se registró el jueves alrededor de las 19:20 hs., cuando la chica fue en compañía de su hermanito de 11 años a comprar hasta un negocio cercano.
«Los mandé a comprar una salsa de tomate para la cena. A un negocio muy cercano. Incluso les dejé la puerta de la casa abierta, para que entren rápido y no pierdan tiempo afuera», contó la mujer, aún conmovida por la situación. «No lo podemos creer. Tenemos mucho miedo. Para colmo, la policía nos dijo que la nena la sacó barata, que pudo ser mucho peor. Lo que sentimos es que es una lotería y cualquier nena puede ser raptada», señaló.
La chiquita relató, ante su familia, que cuando retornaba con su hermanito a su domicilio se cruzaron con un hombre apoyado en un auto de color verde. Era un Renault Clío y el sujeto estaba con los pantalones bajos. «Cuando los chicos pasaron delante del auto, el hombre se abalanzó sobre la nena y la manoseó. Luego la tomó del cuello. Ahí sacó un arma blanca, un cuchillo, y le dijo al nene que se vaya corriendo porque lo mataba. El nene se puso mal y empezó a correr para mi casa, que está a unos diez metros de donde ocurrió todo. Creemos que los sujetos no esperaban eso, esa cercanía«, dijo Estela.
Mientras el niño entraba a su casa en estado de crisis de nervios, gritando que se querían llevar a su hermana, la pequeña Mariana fue golpeada en dos ocasiones. «Como ella no se quedó quieta, esta persona le dio dos sopapos fuertes en el rostro, al punto que la tiró contra la pared. Luego empezaron a forcejear. Mariana es una nena chiquita, muy bonita, y tiene mucho carácter. Forcejeó todo lo que pudo y empezó a gritar con mucha fuerza. «, relato Estela.
Un detalle importante, aportado por la propia víctima, es que el asiento del acompañante estaba reclinado. Se trata de un auto con dos puertas.
«Esto significa que tenían todo preparado subirla a la fuerza y que no pudiera escapar, porque el coche no tenía puertas traseras», dijo Alicia Angiono, titular de la organización Madres y Familiares de Víctimas, que sigue el caso y acompaña a la familia.
Tras comprobar que la niña no había resultado herida, la familia concurrió hasta la comisaría de San Alberto, pero allí les indicaron que debían radicar la denuncia en la Comisaría de la Familia y la Mujer. «Conté todo lo que había pasado, y entregamos el número de patente de los raptores. También las características físicas del agresor. Pudimos averiguar que el coche tiene pedido de captura por casos similares. Y nos dijeron que hay dos nenas desaparecidas bajo circunstancias similares en Merlo y Padua», concluyó Estela.
