Investigan a penitenciarios por fuga en la Unidad Penal Nº 39 de Ituzaingó

unidad-penal-39-ituzaingo  El suceso se produjo en la cárcel de Ituzaingó. Trasladado de otro penal, el reo, un condenado, arribó a la unidad y poco después se hizo humo. Investigan si hubo ayuda de los penitenciarios.

Las autoridades del departamento judicial de Morón investigan a guardiacárceles del Servicio Penitenciario Bonaerense, para establecer si favorecieron la evasión de un preso, que se hallaba alojado en la cárcel de Ituzaingó, en el oeste del Gran Buenos Aires.

El sujeto, que huyó del lugar tras romper un alambrado, había sido trasladado al citado penal muy pocas horas antes, procedente de otro establecimiento.

Los voceros revelaron que el individuo fue identificado como Roberto Juan Liva Ibáñez.

Trascendió que este preocupante hecho se produjo en la Unidad Penitenciaria Nº 39, situada en el cruce de Colombia y Coronel Pringles, en el mencionado distrito, a 500 metros del famoso Ituzaingó Golf Club y muy cerca del límite con el partido de Merlo, en el oeste del conurbano provincial.

De acuerdo con lo manifestado por los informantes, el recluso logró escapar de la cárcel luego de efectuar un corte en uno de los alambrados de seguridad.

Al respecto, Liva Ibáñez purgaba una sentencia de 4 años y 6 meses por el ilícito de «Robo agravado por el empleo de arma de fuego». La pena del reo finalizaba en febrero de 2017.

Pesquisas policiales correspondientes a la Jefatura Distrital de Ituzaingó realizan diferentes procedimientos en la zona, con el objetivo de dar con el paradero del marginal.

Un detalle, que llama la atención de los investigadores, fue que el condenado había sido llevado escasas horas antes a esa cárcel (que tiene régimen semiabierto) y no se descarta que su audaz escape haya sido facilitado por alguno de los custodios del predio.

El penal de Ituzaingó fue inaugurado el 27 de agosto de 2004.

Una de las fugas más recordadas ocurrió en agosto del 2013 cuando Alberto Walter Brauton Steimbach (por entonces de 41 años), condenado a 40 años de prisión tras una serie de violaciones, en medio de una salida transitoria a casa de su madre, logró dormir con un somnífero al efectivo penitenciario que lo custodiaba y huyó.

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