El sindicado abusador serial de Florencio Varela, detenido el sábado, fue reconocido por siete de las denunciantes. La Policía halló ayer en su domicilio la prenda que obligaba a vestir a las mujeres.
El allanamiento de ayer en la vivienda del acusado fue realizado por orden del fiscal Darío Provisionato, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 descentralizada de Florencio Varela, a cargo de la investigación, quien además ayer sometió al sospechoso a ruedas de reconocimiento.
«Fue reconocido en un 100% de los casos. Las siete víctimas que pudieron venir a la diligencia reconocieron a Casero sin dudarlo», confirmó una fuente judicial.
De todas formas, antes de estos reconocimientos el imputado ya estaba comprometido por dos señas particulares de sus genitales que fueron descriptas por algunas de las víctimas: el vello púbico corto y una cicatriz debajo del escroto, tal cual presenta Casero, según confiaron fuentes judiciales.
Si bien ya había elementos probatorios contra Casero desde el día que fue detenido, en el allanamiento a su vivienda realizado ayer se secuestraron más objetos que lo comprometen.
La prueba clave hallada es una pollera roja muy corta que el propio abusador llevaba consigo y obligaba a las víctimas a colocarse antes de empezar con los abusos.
«La pollera era su fetiche. Necesitaba que las chicas se colocaron la pollera roja para excitarse y así poder violarlas», dijo una alta fuente de la investigación.
Si bien algunas de las víctimas dijeron que su atacante usaba una bicicleta gris como la secuestrada el día de su detención, otras mujeres habían declarado que la bicicleta era verde y ayer, en la casa de Caseros, encontraron una de ese color.
Asimismo, en el domicilio encontraron como indicio varias cajas de preservativos de la misma marca que usaba el violador , que en una oportunidad cometió el error de dejar tirada una caja de esos profilácticos en el descampado donde actuaba.
También había cigarrillos de la misma marca que, según las víctimas, fumaba el violador.
En su indagatoria frente al fiscal Provisionato, Casero ayer se negó a declarar. No obstante, momentos antes de ser sometido a la rueda de reconocimiento, el acusado dijo: «No entiendo por qué estoy detenido. Son todas mis novias».
El acusado había recuperado su libertad en julio del año pasado, luego de purgar una condena de 14 años por robo y violación. Ya había cumplido también otra condena por homicidio simple, según informaron voceros judiciales.
Las violaciones en Florencio Varela comenzaron en esa época y, de acuerdo a la modalidad, los lugares de captura de la víctima y la descripción del atacante, el fiscal Provisionato pudo determinar que desde entonces a la fecha, el violador cometió 10 hechos.
El acusado utilizaba siempre el mismo modus operandi: a bordo de una bicicleta playera gris oscura o verde interceptaba a las mujeres en la calle, en horas de la madrugada, las amenazaba con una pistola cromada -como la calibre 22 secuestrada a Casero- y las llevaba a un mismo descampado.
Allí, según el relato de las víctimas, se colocaba un preservativo, a la mayoría de ellas las obligaba a ponerse la pollera roja y luego las violaba, tras lo cual las dejaba en el lugar donde las había capturado.
La descripción era siempre la misma: un hombre que ocultaba su rostro con una gorra y lentes oscuros.
Casero fue detenido el sábado por la mañana en la intersección de Río Salado y Diamante de esa localidad del sur del Conurbano, por efectivos de la seccional primera de Florencio Varela.
«Hay que estudiar su personalidad. Evidentemente algún trastorno tiene, pero lo que es cierto es que planificaba al detalle cada una de sus violaciones, seguía una rutina como lo de hacerles poner a las víctimas una pollera roja y además tenía el cuidado de colocarse preservativo para no dejar rastros de ADN» , comentó uno de los investigadores.
Fuente: Télam
