Sucedió el miércoles, pero ayer fue dado a conocer por la prensa de Ghana. Los tripulantes del buque escuela impidieron que autoridades portuarias ingresaran al barco, y así evitaron que se movido a otra dársena. Está varada allí desde el 2 de octubre. Argentina ya reclamó ante la ONU.
Tripulantes de la Fragata Libertad, que desde el 2 de octubre está varada en Ghana por el embargo de un fondo buitre, impidieron con armas que el buque escuela sea movido de dársena, orden que había dado la Justicia ghanesa días atrás.
La información fue dada a conocer ayer, pero los hechos se registraron el miércoles. Los 44 tripulantes que quedaron en el barco impidieron que autoridades portuarias ingresaran. Lo hicieron apostándose con armas en la superficie de la nave.
Desde el puerto, en tanto, cortaron la luz y el agua a la embarcación, y no les llevan alimentos. De todos modos, los marineros se mantienen estoicos a la defensa del buque militar argentino.
El mismo día en que se conoció la información, la presidenta cristina Fernández aseguró: «La vamos a recuperar porque fue hecha con clara violación a toda la normativa del derecho internacional».
Pero más allá de la actuación de los fondos buitre, la Presidenta dijo que le «asombra, duele conmueve y conmociona» el hecho de que «haya argentinos poniendose contentos con esto o se pongan del otro lado». «Están confundidos, mi Gobierno es temporal, lo que no es temporal es la Patria, el lugar donde viven ellos y sus hijos, esto es lo permanente», enfatizó.
La Argentina ya reclamó ante la ONUporque considera que está retenida de forma “ilegal”. El organismo, en tanto, se comprometió a intervenir.
Según indicó el canciller Héctor Timerman a fines del mes pasado, tras la reunión con el titular de la ONU, Ban Ki-Moon, «dijo que era la primera vez que ocurría algo de esta manera, que había un antecedente de un barco ruso que había sido embargado en un puerto francés y que la justicia francesa finalmente determinó que el barco no era embargable, y que la empresa que había pedido el embargo tuvo que pagar los costos del juicio y una multa de 250 mil francos y una indemnización de otros 250 mil francos a la universidad estatal que era propietaria del barco».
