Es el camarista con mayor patrimonio declarado, un incremento patrimonial en ascenso en los últimos 3 años a pesar de declarar un único ingreso revive sospechas ante la cantidad de bienes personales.
Desde un caserón blanco frente a la quinta presidencial, una cupé Mercedes-Benz C250 y dos autos antiguos de colección hasta un yate. Estos son sólo algunos de los bienes que Eduardo Freiler, juez de la Cámara Federal, incorporó a su patrimonio en los últimos tres años. Eso lo convierte en el camarista de la Ciudad de Buenos Aires con mayor patrimonio. Lo reveló el diario La Nación tras acceder a las declaraciones juradas de jueces y camaristas federales porteños.
Freiler declaró $ 5,3 millones, «aunque su situación es más holgada ya que, de acuerdo con la normativa, los jueces deben declarar valores fiscales, que difieren de los precios reales de mercado», publica el diario. En la lista de los jueces con más patrimonio declarado lo siguen Eduardo Farah ($ 4,7 millones), Martín Irurzún ($ 4,5 millones), María Servini ($ 4,5 millones) y Jorge Ballesteros ($ 4,3 millones).
En cuanto al caserón frente a la residencia presidencial, el camarista –divorciado en 2012– informó su valor por unos $ 2,8 millones, el dinero que pagó para quedarse con la propiedad, según consta en la escritura. «Sin embargo, el documento detalla que el valor fiscal del inmueble es de $ 5,3 millones», describe La Nación y estimó -en base a precios similares- que esa propiedad, de 1234 m2, supera el millón de dólares.
En la lista de sus bienes declarados también figura: un velero Tripton de 24 pies, un departamento en Pinamar, una camioneta Ecosport, una moto de agua, 22 hectáreas en Villa Garibaldi, un departamento en Necochea, «13 caballos, 36 vacas y dinero por $ 200.000». El fiscal Ramiro González,lo había acusado por enriquecimiento ilícito, pero fue absuelto en marzo por el juez Martínez de Giorgi.
El salario de Freiler como miembro de la Sala I de la Cámara Federal –su único ingreso según lo declarado– es de $ 85.000 por mes.
Fuente: Diario La Nación y Clarín
