El joven fue abordado en la calle por dos delincuentes que portaban escopetas tumberas y en ningún momento se resistió. Su hermana iba detrás suyo y lo encontró ensangrentado.
Eduardo no se resistió cuando dos delincuentes lo interceptaron en Florencio Varela para robarle las zapatillas. Hizo todo lo que le dijeron; les entregó el poco dinero que llevaba para hacer un mandado que le había encomendado su madre, luego se tiró al piso y dejó que le saquen el calzado. Estaba indefenso, boca abajo en la vereda, pero así y todo recibió un escopetazo mortal en las piernas con un arma tumbera.
Ocurrió en la localidad de Ingeniero Allan, en la esquina de las calles 16 y 4, donde está el almacén del barrio. Hasta allí se dirigía el joven de 24 años, para comprar mayonesa. Había salido acompañado por su hermana, pero él se adelantó y llegó primero a la esquina donde fue asaltado por dos jóvenes que portaban armas caseras.
Los malvivientes le exigieron la plata que llevaba encima, lo arrojaron al suelo, le sacaron las zapatillas y -sin mediar palabra- uno de ellos le disparó a quemarropa en una de sus piernas.
Los dos asaltantes de dieron rápidamente a la fuga, mientras que la hermana -que estaba muy cerca de allí- apuró la marcha tras escuchar el disparo y los gritos de Eduardo.
Al verlo sangrando en el piso, la joven comenzó a pedir auxilio a los gritos. Rápidamente llegó una ambulancia y la víctima fue trasladado hasta el Hospital Mi Pueblo de Varela.
Agonía
El feroz ataque ocurrió el domingo, pero ayer -luego de casi tres días de agonía- Eduardo no resistió más y perdió la vida.
Según consignó el portal El Radar del Sur, la víctima fue operada inmediatamente y los cirujanos se asombraron al extraerle de su pierna hasta el cartucho del proyectil que le habían disparado.
Tras la intervención quirúrgica, Eduardo quedó en terapia intensiva en grave estado, pero finalmente murió ayer por la madrugada. Intervino la UFI Nº 5 descentralizada de Florencio Varela.
