El presidente Alberto Fernández confirmó que la ministra de Justicia, Marcela Losardo, dejará su cargo como ministra de Justicia de la Nación luego de varios días de rumores sobre su inminente renuncia desatados días después de que se produjera un endurecimiento del discurso y las políticas oficiales respecto del funcionamiento del Poder Judicial.
El mandatario le confirmó anoche a la señal de noticias C5N que Losardo le “planteó su idea de dejar el cargo porque cree que el tiempo que viene necesita otra actitud”, por lo que señaló que deberá encontrar un reemplazante para conducir esa cartera.
De todos modos, indicó que pretende que la funcionaria “siga trabajando” en el equipo de gobierno.
“No quiero que se vaya, pero manifestó su decisión y vamos a ver como lo ordenamos”, señaló y agregó: “Es una cuestión de tiempo y tengo que conseguir un reemplazante porque ella es muy importante”.
Consultado sobre quienes fueron mencionados como posibles reemplazantes, entre ellos el diputado nacional Martín Soria y Ramiro Gutiérrez, Fernández consideró: “A ellos los conozco, son prestigiosos, pero hay que ver”, porque “a todos los salpican antes de empezar a hablar”, en referencia a críticas y operaciones contra las personas que surgen como alternativa.
“A Martín lo conozco hace muchos años, como él ha entrado en la comisión de Justicia (de Diputados) hablamos mucho en este tiempo. Gutiérrez es de la cátedra de (Eugenio) Zaffaroni, lo conozco mucho. Tengo que tomar una decisión”, informó.
Descartó que la salida de Losardo sea por pedido de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner: “La discusión (que se plantea en los medios) fue que se va Marcela y entra un kirchnerista como Soria, pero hasta lo que yo recuerdo Soria siempre estuvo enfrentado a los Kirchner, hasta la última elección fue contra (el senador Martín) Doñate. No entiendo cómo funciona esto”.
“Soy uno de los fundadores del kirchnerismo, lo acompañé a Néstor cuando éramos muy poquitos, y si ‘kirchnerizar’ es romper la voluntad del diálogo no cuenten conmigo, porque voy a seguir buscando el diálogo hasta el último día de mi gestión”, remarcó.
Y agregó: “Lo que buscan es que Cristina y yo nos peleemos. Y lo que los atormenta es que Cristina y yo tengamos una mirada común sobre lo que pasa en la justicia y los dos tenemos esa mirada común con una diferencia: ella tiene un padecimiento que yo no, pero es la única diferencia”.
“Ella lo padece, pero el diagnóstico es exactamente el mismo, y eso no lo toleran. Lo primero que hacen es decir que Soria es kirchnerista. Su hermana (María Emilia Soria) votó el desafuero de (el exministro de Planificación Julio) De Vido. Los Soria no son precisamente eso. Lo hacen para generar inquina entre Cristina y yo”, completó.
También subrayó que “confía” en que la Cámara de Diputados avanzará con la puesta en marcha de la Comisión Bicameral que tiene como objetivo analizar el funcionamiento del Poder Judicial.
“Si hubo un tiempo opaco en la Justicia, vamos a terminarlo”, planteó el mandatario. Y amplió: “Creo en el Estado de Derecho, no soy una persona que echa ni pone jueces, pero el Congreso sí puede investigar la actuación de los jueces”, algo que a algunos “le puede molestar pero que está en la Constitución”.
Por otra parte, no consideró como una “amenaza” los dichos del fiscal Carlos Stornelli, quien había advertido que hablaría de “hombre a hombre” con el mandatario cuando dejara el cargo, debido a que lo considera “poco serio y está demasiado desacreditado el ‘amenazador’”.
“Si de algo me enorgullezco discípulo de Esteban Righi, quien sufrió mucho, estuvo en el exilio, ocho años en México, y él jamás renegó del estado de derecho”, indicó Fernández, y expresó que “le cuesta a la justicia a sí misma porque construyeron un sistema indefendible”.
Además, señaló que el juez Gustavo Hornos “debe explicar” los motivos de sus reuniones con el expresidente Mauricio Macri cuando el fundador de Cambiemos ejercía el poder.
“No soy quien pone y saca jueces, pero es una cosa que supera todo lo imaginable”, subrayó Fernández y añadió: “No me asusta que los poderes hablen, que un juez hable con alguien del Poder Ejecutivo o el Congreso, pero es muy sintomático esto, y la explicación que da es que era amigo personal del entonces presidente”.