Entrevista a delegado de la empresa Gaelle en Piñeyro

   Luego de que los trabajadores de la firma Gaelle, despedidos sin indemnización realizaron un corte con reclamo en la intersección de las calles Rivadavia y Cabildo del barrio de Piñeyro en Avellaneda, concurrimos a la calle Mario Bravo 1965, donde se convocaron para compartir una «olla popular».

Pudimos entrevistar a uno de los delegados de apellido Villalba quien relató la dura situación por la que pasan los trabajadores despedidos y la posición intransigente e ilegal por parte del dueño de la empresa que ha incumplido con la conciliación obligatoria, mientras el titular de la Delegación local del Ministerio de Trabajo Bonaerense, Maximiliano Álvarez decide cómo hacer cumplir su resolución.

Oportunamente desde El Sindical, advertíamos el riesgo de «premiar» a Cacho Álvarez, socio de CAMBIEMOS en Avellaneda, con un cargo tan relevante para su hijo, el cual carece de idoneidad y experiencia para el cargo, más cuando reemplazó al impresentable de Lewiki, quien era el delegado, concejal de CAMBIEMOS en el HCD de Avellaneda y secretario de la conducción de gremio de guincheros, el que fuera filmado conduciendo de contra mano y borracho por el barrio capitalino de Constitución, quien además no tenía documentación del rodado y amenazaba a los policías con sus influencias, lo que le costó dejar la delegación de Avellaneda, pero meses después lo premiaron con el cargo de coordinador de delegaciones, es decir, lo ascendieron.

Todo comenzó el 22 de agosto cuando los trabajadores se encontraron con carteles en la puerta de la fábrica ubicada en la calle Brasil 373, que anunciaba el cierre de la misma por la baja en las ventas y las importaciones.

La empresa Gaelle nació en 1982. Su fundador, José Lopes, manifestaba en mayo de 2016 que desde diciembre de 2015 habían mermado los pedidos de zapatillas en la planta. “Los precios se disparan y se está perdiendo rentabilidad, nuestra ilusión es que pasen estos seis primeros meses que están siendo muy duros por los cambios”, sostenía Lópes. La ilusión se convirtió en despidos y hoy en el cierre de la planta. Vecinos de la zona contaron que mientras que antes de diciembre de 2015 tres camiones diarios retiraban mercadería para ser distribuida en la actualidad un solo camión retira mercadería semanalmente.

Desde la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (Uticra) advirtieron que el sector atraviesa una crítica situación por el aumento de las importaciones y la caída de las ventas, que derivó en el cierre de fábricas y reducción del personal.

Es por eso que desde el sindicato reclamaron al Gobierno nacional el cierre de las importaciones por el plazo de un año ya que, según denunciaron, este aumento “exponencial” produjo el cierre de medianas y pequeñas fábricas, y una masiva reducción de personal en las plantas industriales: aseguran que se perdieron 6.000 puestos de trabajo, entre despidos directos o encubiertos bajo la modalidad de retiros voluntarios.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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