Guadalupe Montórfano tenía 47 años, y fue asesinada a patadas por su novio, un sujeto que ya fue detenido, en un aberrante hecho ocurrido en Entre Ríos, que se sumó a la lamentable lista de femicidios registrados en 2011. La víctima tenía dos hijos, una adolescente de 14 años y un niño de seis, de su primer matrimonio. La autopsia reveló que la mujer fue brutalmente golpeada por su pareja, de quien pretendía separarse, aunque no lograba concretarlo por miedo y ausencia de ayuda. “Me pega por la denuncia que le hice, y la policía no me da pelota. ¿Qué hago?”, fue uno de los últimos mensajes de texto, que evidencia el calvario padecido, enviados por la víctima a su hermana.
El episodio trascendió ayer, pero el hallazgo del cuerpo de Guadalupe se registró el jueves pasado, en una vivienda ubicada en la localidad de Viale. Los estudios forenses revelaron que la mujer había sido brutalmente golpeada, con puntapiés, en distintas partes del cuerpo, que le ocasionaron diversas fracturas y heridas, derivando en un colapso y la posterior muerte. Desde el comienzo, las sospechas recayeron sobre el novio de la mujer, con quien mantenía una relación sentimental desde enero del año pasado. Pero el sujeto recién fue detenido cuando las pruebas, forenses y testimoniales, lo incriminaron directamente. Para la detención del presunto agresor, fue clave la declaración y los aportes realizados por Susana, hermana de la víctima, quien exhibió ante la justicia varios mensajes de texto, donde se corrobora que la mujer era víctima constante de amenazas y violencia extrema. Incluso, hay fotos de Guadalupe con su rostro desfigurado.
En ese marco, se sabe que la víctima tenía la intención de abandonar la relación, pero se encontraba atrapada por las amenazas, salvajes palizas y, sobre todo, la falta de apoyo. Es que el pasado 21 de noviembre, la mujer se animó a romper el silencio y concurrió, junto a su hermana, a una comisaría para radicar la denuncia, pero no tuvo respuestas. Incluso, fue mucho peor para ella, porque el sujeto se enteró que lo había denunciado y los golpes no se hicieron esperar. “El loco está en la casa. Yo estoy encerrada en la mía. Tengo miedo que venga otra vez”, contó Guadalupe en otro de sus mensajes desesperados a su familiar.
El hombre, de acuerdo a lo que pudo averiguarse, está identificado como Fredy Rojas, tiene 46 años y era vecino de Guadalupe. Se sabe por diversos testimonios que era enfermo de celos, y que desde el comienzo la relación transitó el camino de la violencia de género. “Yo estaba al tanto del calvario que pasaba mi hermana. Traté de acompañarla, apoyarla todo lo que pude”, contó Susana, precisando que “muchas veces la vi con hematomas en su cuerpo, hasta que me cansé y la convencí de hacer la denuncia”. Asimismo, puntualizó que “con Rojas había empezado una relación en enero o febrero de este mismo año y no lo alcanzó a terminar, justo dos días antes llega este desenlace. Por lo que yo he ido conociendo, tratando de ayudarla y por lo que me llegó a contar de él, este hecho podría tener que ver con celos de él hacia ella. Todo hace presumir que fue él y la historia que yo conozco de lo que pasó este año con mi hermana, no me deja otra opción para pensar”.