El hijo del hombre que causó la masacre, justificó a su padre

hijo-de-Carlos-LandívarDe esta manera, uno de los hijos del masacrador de Bancalari justificó la reacción que tomó su padre de haber matado a balazos a dos jefes, un colega y haberse suicidado. «Era medio rayado, le debían mucha guita y esto no lo iba a hacer por 3 o 4 pesos», remarcó el joven.

Un hijo del empleado de la empresa de transporte que mató a dos dueños de la firma y a un compañero de trabajo y luego se suicidó en Tigre, dijo que su padre, al que no veía desde hace dos años y medio, era “medio rayado” y que se “cansó” de que sus jefes le debieran dinero.

Cuando tomaba era así, medio rayado”, dijo a la prensa uno de los nueve hijos de Carlos Landívar (54) y agregó que sólo “si lo jodían, sí era muy agresivo”. “El se cansó e hizo lo que tuvo que hacer. Tampoco lo iban a pisotear, a pasar por arriba”, advirtió el joven. “El pensó así, no pensó de otra manera: Se cansó hasta que dijo basta, no me pagan estos hijos de puta”, continuó el hijo del chapista y añadió: “Yo sé que era mucha guita. Un montón de guita (la que le debían a Landívar). No iba a hacer esto por tres o cuatro pesos”.

Por último, el muchacho indicó que él no sabía de un incidente de hace un tiempo en un concesionario de BMW donde el chapista aparentemente golpeó al dueño del lugar con una barreta porque también le debía dinero por su trabajo realizado allí.

Una vecina de la empresa de transportes de Tigre, donde un chapista mató a los dos dueños de la firma y a un compañero de trabajo y luego se suicidó, dijo que vio al homicida dos horas antes del hecho y que en ese momento él le hizo un regalo de Navidad.

Soledad, una mujer que vive en inmediaciones de Transportes Bascoy S.A., dijo que conocía a Carlos Landívar desde hacía un año aproximadamente porque le había realizado unos arreglos en su casa. La mujer contó que a las 13.30 se cruzó con el hombre en la puerta de la empresa y que se detuvo a charlar con él.

Estaba normal, tranquilo”, recordó la vecina y agregó que en ese momento no le vio ningún arma de fuego. Soledad contó que en medio de la charla, Landívar le regaló la caja de Navidad que habitualmente contiene bebidas y alimentos para festejar.

Bueno, vamos a brindar esta noche”, le dijo la mujer. “No creo que me veas esta noche porque hoy voy a solucionar el problema”, contestó Landívar, por lo que ella interpretó que el chapista ya había decidido lo que iba a hacer horas después. Por último, la vecina también afirmó que Landívar le había dicho que en la empresa “le debían cien lucas”, según sus propias palabras.

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