En su departamento encontraron el mayor lote de drogas sintéticas de la historia argentina reciente.
Christian Castronuovo no tenía una vida llena de lujos ni excentricidades.Trabajó años atrás para un supermercado mayorista y luego comenzó como despachante de Aduana en 2008, empleo en el que siguió hasta hace algunos días.
Cuando la policía lo detuvo pidió que no le generaran un conflicto en la oficina. En tanto, su padre y su hermano estuvieron en el allanamiento en su departamento sin saber que era lo que realmente pasaba.
Castronuovo no tenía antecedentes penales ni causa previa, ni siquiera gastaba mucho en su tarjeta de crédito.
Mientras tanto en su departamento, la Policía Federal encontró 22.744 pastillas de éxtasis -entre ellas las «Donald Trump» de color naranja, con la cara del presidente estadounidense y de alto poder, 200 miligramos de MDMA en su interior-, 3.100 pastillas micropunto de LSD, un litro y medio de ketamina líquida, planchas de LSD de diez por diez centímetros con la figura del Pac Man o la lengua de los Rolling Stones, casi un kilo de cristal de MDMA, 210 gramos de cogollos de marihuana de una fragancia penetrante y un terrón de cocaína del tamaño del puño de un niño, el mayor lote de drogas sintéticas de la historia argentina reciente.
Al presentar el operativo, Patricia Bullrich le puso un precio al lote: 74 millones de pesos. Solo en pastillas, con un precio mínimo de 500 pesos por comprimido, hay más de 11 millones de pesos en facturación potencial. La cocaína rosa y el cristal pueden irse por mucho más en una disco.
Castronuovo cayó de casualidad, de la manera más simple, en un supuesto pasamanos en la esquina de Yrigoyen y San José que fue observado por la Policía, la División Operaciones Metropolitanas de la PFA. Lo frenaron en el acto con más de 168 pastillas de éxtasis, algo de cocaína, 14 cápsulas de cristal, un poco de LSD. Luego dieron la orden de allanamiento y toda la droga fue encontrada en un placard.
Lo que a partir de ahora queda por determinar es la red de vínculos de Castronuovo y quién proveía el capital, cómo un despachante de Aduana acumula el mayor stock de drogas sintéticas de la historia reciente.