Cristina Kirchner pidió la renuncia a Martín Redrado, quien ya anunció que no dejará la presidencia del Banco Central

El pedido de dimisión se produjo por la resistencia del presidente del Banco Central a liberar las reservas destinadas al pago de la deuda. El senador radical Gerardo Morales confirmó que el funcionario  anticipó que «no renuncia» y que lo recibirá este mediodía. El Gobierno informó que le ofreció el cargo a Mario Blejer y que éste «aceptó» volver a la conducción del BCRA.

Por un expreso pedido de la presidente Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, solicitó en las últimas horas la renuncia al presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Martín Redrado, en medio de las diferencias que se produjeron por el uso de las reservas para el pago de la deuda.

El Gobierno propuso para reemplazar a Redrado al economista y ex titular de la autoridad monetaria Mario Blejer, quien «ya habría aceptado el ofrecimiento, según confirmaron fuentes de la Jefatura de Gobierno.

Sin embargo, el senador radical Gerardo Morales confirmó en diálogo con Radio 10 que Redrado «no renunciará» y mantendrá «la reunión del mediodía junto a Ernesto Sanz».

«El presidente del Banco Central no es un funcionario a tiro de decreto, se designa con acuerdo del Congreso y la remoción es por juicio político. El bloque oficialista siempre le impidió que venga al Parlamento», aseveró el legislador jujeño.

Morales explicó que le darán su respaldo al titular del Banco Central, aunque también le advertirán que no tienen «otro camino que presentar una demanda en caso de que se usen las reservas sin la confirmación del decreto por parte del Congreso».

En caso que Redrado acepte finalmente el pedido de dimisión, será el Congreso de la Nación el que deberá confirmar la asunción de Blejer al frente del BCRA.

Blejer presidió la autoridad monetaria entre el 28 de enero de 2002 y el 25 de junio del mismo año, bajo la gestión del entonces presidente Eduardo Duhalde. En ese entonces, el Ministerio de Economía estuvo a cargo de Jorge Luis Remes Lenicov -hasta el 26 de abril- y luego, de Roberto Lavagna.

Las diferencias entre el Gobierno y Redrado comenzaron cuando Cristina Kirchner dispuso a través de un decreto de necesidad y urgencia la creación del Fondo del Bicentenario, que establece el uso de las reservas del Central para pagar la deuda correspondiente a 2010.

Desde la autoridad monetaria se opusieron a liberar los fondos y reclamaron garantías legales para que los 6.500 millones de dólares solicitados no enfrenten acciones de embargo por parte de quienes litigan contra la Argentina por la cesación de pagos dispuesta a fines de 2001.

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