En la tarde del viernes 1 de julio, un jurado condenó a todos los imputados por el crimen de Darío Avalos, asesinado por un ataque de una patota de la UOCRA en Lomas de Zamora hace dos años. (https://www.youtube.com/watch?v=4qcrquLqhPc)
Ávalos era obrero de la construcción. Fue asesinado mientras participaba de un reclamo por puestos de trabajo frente a una obra de la constructora Esuco S.A., de Carlos Wagner, elegido por Cristina para las obras públicas.
El jurado dio por acreditada la existencia de un plan criminal, dado que la patota esperó para actuar dentro de la obra desde la madrugada anterior. Su mentor fue Walter Leguizamón, secretario general de la UOCRA de Lomas de Zamora, actualmente prófugo.
Los hermanos Javier y Héctor Cabrera -hijos del segundo de Leguizamón- y Chuquimia Romero y Cáceres Paredes fueron condenados por homicidio en agresión, con la perspectiva de una pena que va desde 2 años a 10 años. Alejandro Jara y Albero Albornoz fueron hallados culpables de homicidio agravado con el concurso premeditado de dos o más personas, que prevé la pena de prisión perpetua. El monto de las penas lo resuelve el presidente del tribunal después de una audiencia que se realizará el 12 de julio. Los seis son delegados de la Uocra. Estas primeras condenas por el crimen de Ávalos son un golpe a la impunidad de la mafia que domina la UOCRA. No es menor que haya sido lograda gracias a un juicio por jurado y tras superar enorme cantidad de bloqueos y obstáculos puestos por la justicia.
Existe también una causa por la complicidad de la policía bonaerense, que liberó la zona para el ataque de la patota y cubrió su retirada.
La querella de la familia de Ávalos fue representada por los abogados de la asociación APEL, que protagonizaron también la condena a Pedraza y su patota por el crimen de Mariano Ferreyra.
Claudia Ferrero, abogada de la familia de Avalos: 1156045905