Clausuran cyber por presuntos abusos y red de pedofilia

Cyber-clausuradoEn el local se encontró a menores chateando con adultos que ocupaban otros boxes y les hacían propuestas sexuales. También se hallaron preservativos usados y las computadoras no tenían filtros antipornográficos.

Un cyber del centro porteño fue clausurado ante la  presunción de la presencia de miembros de una red de pedófilos y durante el  procedimiento, se detectó la presencia de menores de edad que mantenían  «contactos» vía chat, con adultos que ocupaban otros compartimentos, tipo box,  en los que se les formulaban propuestas de «encuentros» de índole sexual. En el  lugar, que infringía una serie de normativas, se hallaron preservativos usados y  además, se determinó que todas las computadoras carecían de filtros  antipornográficos.

El operativo fue concretado por personal de la Agencia  Gubernamental de Control (AGC) de la ciudad de Buenos Aires, junto a efectivos  del área Telemática de la Policía Metropolitana y de la Dirección Nacional de  Migraciones, en un cyber de la calle Lavalle al 800, a partir de las denuncias  recibidas por las irregularidades que allí se cometían y por los antecedentes  administrativos sobre la no habilitación del local para su funcionamiento. En  consecuencia, se dispuso su clausura «preventiva e inmediata», sin perjuicio de  la investigación judicial que pueda sustanciarse.

Al momento del procedimiento, en el amplio salón del primer  piso, se encontró a un chico, de 16 años, en plena sesión de chat con un hombre,  de 65, quienes ocupaban diferentes boxes, pero que en el intercambio de  mensajes, se insinuaba una intención de llevar adelante un abuso sexual. Tras  labrar las actuaciones correspondientes, el adolescente fue entregado a sus  padres y el mayor será citado para que preste declaración, aunque los  investigadores sospechan que esta «modalidad» sería frecuente en ese cyber,  donde también se comprobó que las máquinas no tenían los dispositivos que  impiden acceder a sitios con contenidos de pornografía.

Además, se incautaron preservativos usados, «tanto en los  baños, como en boxes», donde las condiciones de higiene y mantenimiento fueron  calificadas como «deplorables». En tal sentido, se apunta a reforzar la  hipótesis sobre la existencia de la asistencia de pedófilos y violadores en ese  cyber, mientras se reúnen las pruebas para demostrarlo. «Hay varias denuncias  sobre la presencia de adolescentes que «subían» fotos a la red mientras se  masturbaban y el haber encontrado preservativos usados, se refuerza la idea de  actos sexuales en el interior de los boxes o baños», indicaron voceros de la  investigación del caso.

Los «cubículos» contaban con cerramientos, que apenas  permitían la visualización externa, presumiendo que «facilitaban los actos de  índole sexual» y no se descarta que el lugar «fuera frecuentado por pedófilos».  De las 33 personas que se encontraban en lugar, la mayoría eran argentinas, pero  también había ocho extranjeros, aunque, al margen del chico sorprendido in  fraganti, no se indicó sobre la presencia de otros menores de edad.

En el acta de clausura de la AGC se puntualiza que el cyber  de Lavalle al 800, entre Suipacha y Esmeralda, funcionaba con solicitud de  habilitación rechazada, incumpliendo la Ley 1799 al permitir fumar dentro del  local, verificarse preservativos usados al alcance de la mano en baño de  caballeros y en gabinetes, tener cuatro extintores de fuego con cargas vencidas,  constatarse la presencia de un menor, tener juegos en red sin contar con el  permiso de sala de recreación, no tener filtros antipornográficos activos y  falta generalizada de higiene.

En algunos locales hasta se encontraron camas

Al ser inspeccionados, en general, los cybers de distintos  barrios porteños son clausurados, en forma preventiva, pues suelen incumplir las  normas, tales como la presencia de menores de edad y la falta de filtros  pornográficos en las computadoras. «Dentro de esos locales, en algunas  ocasiones, se encontraron cuartos o camas precarias, camufladas o escondidas  detrás de puertas cerradas. También preservativos usados en el piso o en baños,  hasta cremas íntimas, en un marco propicio para el accionar de pedófilos»,  detallaron voceros de la investigación, quienes calificaron a estos sitios  irregulares como «un nicho informal y potencialmente peligroso para jóvenes y  chicos».

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