El gobierno Chileno detuvo a la compañera de Alistes Vega, perseguido político, víctima de las cárceles y la tortura Pinochetista, quien fue ilegalmente entregado por el gobierno argentino en manos de sus torturadores, en Julio del 2010. Hoy Carla y su hermano Ivan se encuentran en una cárcel de máxima seguridad, donde las torturas y vejámenes son prácticas cotidianas.
Comunicado de Juan a proposito del secuestro de Carla e Iván
«Y lo hermoso nos cuesta la vida…» Transcurrida ya una semana que mi compañera Carla y nuestro hermano Iván, fueron apresados por fuerzas de carabineros en una pobla de la zona sur, en manos de la policía de los ricos, aparato históricamente denostado por sus prácticas de persecución, represión y muerte. Comienza esta caraja «noticia». El momento exige la urgencia de la palabra, romper con los supuestos y reafirmar las miradas, por ello sientan el apoyo incondicional de amor y forma de vida.
Para ti amada Carla, para ti querido Iván, en este, su proceso de prisión como rehenes del gobierno de los ricos y su entramado estado-cárcel-capital. Que el brillo fecundo de sus ojos no amaine y la fortaleza sea una constante para abrazar una pronta realidad distinta de más vida. «Ahora es la solidaridad compañera que entra secuestrada a las jaulas, ya no como gesto de ternura y compañerismo hacia su amante, sino como un castigo por ser una rebelde.» Lo indesmentible de aquella madrugada es la detención por parte de carabineros, de Carla e Iván, para luego ser trasladados a su cuartel de represión y tortura. Transcurridas las horas son exhibidos mediáticamente por supuestos «elementos que en su conjunto podrían configurar un artefacto explosivo».
Esto bajo una arenga esquizofrénica con sonrisa burguesa y aplausos inquisidores de un poderoso de turno llamado Hinzpeter. Todo este aparataje mediático, se instalaba en escena en paralelo a la audiencia de preparación de juicio en el Tribunal, a la cual asistíamos aquel lunes 16 de abril, Fredy, Marcelo y Yo (Juan). De lo que somos y seguiremos siendo en este presente de guerra social. Nos sentimos íntegros, rescatando las prácticas y el coraje de cada decisión-acción, todo cuanto logre fundirse con otras acciones desplegadas en la confrontación de lucha de clases, es y será reconocernos para más subversión.
La persecución, represión y prisión son una constante y posible realidad para todos quienes decidan por sus vidas ante esta miseria diaria incrustada por el capital.La condición de nuestros seres queridos-familiares-amigxs, no es ajena esta persecución policial represiva. Nada tenemos que ver con la enajenante maquinaria del gobierno cuya política alienante crea el escenario y busca vinculaciones dotadas de ficción o cartas de amor que justifiquen un supuesto «terrorismo criollo», cuya única veracidad son las enajenantes penas «ejemplificadoras» de encierro para quienes se rebelan a su paz social.
A los nuestros indómitos de clase. Plasmo mi descontento-autocritica con bronca, donde el amor y la piel son incondicionales. Mas la fuerza para señalar que lo ocurrido, hay que fijarlo en la retina del aprendizaje, donde más que cubrirnos con las brisas del temor-miedo, dancemos con sigilo y precaución, con los ritmos de un ataque salvaje y fértil variado en sus colores-formas, saboteando la paz de los ricos, desenmascarando su espectáculo de cotidianeidad burguesa.
Dejamos de ser espectadores de nuestras propias miserias, la piel se cubre de solidaridad, las razones sobran y el momento de subvertir siempre lo ha sido. El trago amargo de que compañerxslindxs estén en prisión como rehenes, no se queda en el dolor, se transforma en ira-fortaleza, en intensión-deseo de reafirmarnos en el aporte, en la batalla cotidiana en la lucha anticarcelaria. Realidades concretas de resistencia y combate entre otras, contra la maquinaria estado cárceles-capital. Escrito lo anterior, la atención presente debe ubicarse en multiplicar la solidaridad con Carla e Iván, así como con todos los presos de la guerra social. La memoria es la munición que carga el arma de la solidaridad, no somos espectadores de nuestras vidas, decidimos sobre ellas.
El odio de los poderosos se refleja en represión constante, mas el amor, la complicidad de vida y el respeto de todos quienes luchen en pos de la revolución social y la destrucción de todo cuanto nos oprime, es nuestro oxigeno. Fuerza amada mujer, fuerza querido Iván. ¡Mientras exista miseria habrá rebelión! ¡Abre los ojos es tiempo de luchar! ¡Por la destruxion de la sociedad karcelaria! ¡Solo la lucha nos hace libres! Juan Aliste Vega Prisionero Subversivo.- 23 de abril 2012 Cárcel de alta seguridad. Stgo-Chile.
Fuente:AW