Avellaneda, un municipio que discrima a los vecinos

El municipio de Avellaneda, se diferencia del resto de la zona sur por la cantidad de obras realizadas por la gestión del intendente Jorge Ferraresi, con una apuesta importante en lo que a cultura y educación se refiere en los últimos años.

Esa apuesta del intendente es muy acertada y valorada por los vecinos, pero Ferraresi enfrenta uno de los peores problemas que puede tener una gestión para ser exitosa y es el entorno que rodea al intendente, así funcionarios ineficientes y empleados que al no tener una cabeza que dirija con profesionalidad, se transforma en un que salga como salga.

La gestión se ve seriamente empañada por la falta de controles a las empresas que realizan obras en el municipio, una de las empresas que más daños y negligencias comete en el partido es COSUGAS S.A quien además de trabajos gasíferos, es contratada por AYSA S.A para trabajos de la empresa.

Ya son varios los informes con fotos y videos de la negligencia de la empresa y que evidencian la falta de controles municipales por parte del secretario de Obras y Servicios Públicos Ariel Lambezat.

Pero el municipio además de permitir que empresas hagan lo que quieran y como quieran, en el tema de tránsito tiene otro punto negativo que genera reclamos y quejas de vecinos que son multados a veces por infracciones mal labradas o inventadas, pero que ven a diario como camiones de gran porte circulan en contravención por calles vedadas, estacionan donde se les ocurre, rompen cordones al girar en calles donde no hay distancia para girar, rompen autos de vecinos, se llevan cables de luz o cable y como pasa con la fábrica Pozzo de galletitas, a los proveedores se suman sus propios camiones que en lugar de utilizar la playa interna, estacionan frente a los frentes de los vecinos.

Se ve circulando camiones que además tienen prohibido circular sin cumplir con requisitos especiales como el ejemplo del camión de la foto que circulando por la Av. Güemes, pasó frente al Palacio Municipal, donde hay varias cámaras de seguridad y ni siquiera se detuvo ante el semáforo en rojo frente al ingreso principal del Alto Avellaneda.

Eso sí hay vecinos que son multados por cualquier cosa, mientras que en la Av. Mitre sigue la impunidad de trapitos que cobran por estacionar en sectores de libre estacionamiento, demostrando así un disparate total, como el caso de muchos talleres que estacionan los coches en las veredas y ochabas impidiendo el paso de peatones.

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