
Todo lo bueno que el municipio de Avellaneda promociona y que lo hay, termina opacado por la irresponsabilidad y el desinterés de los funcionarios responsables de las obras públicas, que rompen calles y avenidas que se encontraban en buen estado, no hay señalizaciones y circular es un caos.
El primer y gran responsable es sin dudas el intendente Alejo Chornobroff, seguido del secretario de Obras y Servicios Públicos, Gastón Darío Seillán, Cuit-20-33502169-0, ambos irresponsables deberían rendir cuentas con su patrimonio personal, entonces otra sería la historia.
Como ya lo mencioné en otras oportunidades circular por Avellaneda termina siendo una especie de trampa, doblas en una calle y resulta que el asfalto no existe y para peor como suelen hacer, dejan desniveles irregulares donde romper la llanta o la cubierta es muy probable, ni hablar si el auto es de los nuevos con perfiles más bajos, rompes la trompa y si tu auto no está bajo da igual, el tren delantero se resentirá.
Chornobroff y Seillán es evidente que al usar vehículos municipales están alejados de la realidad, es decir, los elevados costos que hoy implica mantener y reparar un vehículo. Total ellos no pagan mecánico, combustible y lo más importante no pagan por ser malos funcionarios.
No cuesta mucho hacer las obras bien, señalizar y cuidar el patrimonio del vecino, para eso se supone que están en la función.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw


