Con toma de temperatura al ingreso, postas sanitizantes y dirección obligatoria, el centro comercial retoma la actividad.

Tras siete meses de inactividad por la pandemia por Covid- 19 y teniendo como antecedente la apertura de varios centros de compra durante las últimas semanas, reabre el Alto Avellaneda. Así lo informó el Sindicato de Empleados de Comercio de Lanús y Avellaneda (SECLA).

El secretario general de SECLA, Orlando Machado, expresó que “cada protocolo dentro del local lo definirá el dueño”, pero el ingreso general al shopping será con tapabocas obligatorio, toma de temperatura y sanitización de manos.

Machado precisó que representantes del gremio que “estarán dando vueltas para que se cumpla el protocolo y para no poner en peligro la salud de los compañeros”. “El Municipio también va a  estar monitoreando que se cumpla”, aclaró.

“Somos responsables, vamos a cumplir”, planteó el dirigente, respecto al compromiso del SECLA. El shopping, ubicado en Güemes 897, contará con dispositivos de alcohol en gel,  señalética dispuesta para dar cuenta del distanciamiento social y flechas indicando la dirección en que el público debe dirigirse, para evitar la aglomeración. Vale aclarar que será dirección única.

Precisó que el centro comercial incorporó una máquina a la entrada “como la de los aeropuertos”, que toma automáticamente la temperatura. Un sistema similar se instaló en el hospital Lucio Meléndez en abril pasado.

“Vamos a esperar los primeros quince días a ver qué sucede y cómo los dueños pueden ir manejando la situación”, planteó Machado. El Alto Avellaneda se suma esta semana a los grandes centros comerciales cerrados que abrieron las puertas. En vísperas del Día de la Madre abrieron los shoppings de la Ciudad de Buenos Aires y en los últimos días se sumaron el Boulevard Shopping de Adrogué y el Coto de Temperley.

El secretario comentó que los trabajadores tienen “alegría” por esta apertura y que “son sentimientos encontrados”, debido al cierre de la empresa chilena, que dejó a muchos trabajadores sin ingresos para llevar comida a la mesa.

“Cerró Falabella y dejó cerca de 200 trabajadores en la calle”, recordó Machado, quien aclaró que el gremio está discutiendo las indemnizaciones. Más allá de esto, admitió que “una indemnización compensa seis meses pero la situación laboral de la argentina hoy es realmente muy difícil”.