PROSTITUCIÓN, DROGAS Y DELITOS VARIOS

El Diario Popular publico un artículo periodístico, basado en un informe de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, bajo el título “En el 70% de los prostíbulos ahora también se venden drogas.”

Esta afirmación hecha por el medio periodístico no es correcta y puede confundir a los lectores que no están familiarizados con el tema que se intenta informar.

Desde épocas muy lejanas el alcohol, la droga y el delito se relacionan con la prostitución. La historia misma de la humanidad encuentra relatos de orgías, en donde todo podía ser.

La nota en cuestión se basa en opiniones de algunos expertos en criminalística, en el testimonio de Claudio Izaguirre y de Gustavo Vera de la ONG La Alameda (una activa organización de trabajadores que además combate la Trata de Personas y la explotación sexual, especialmente de menores) a quienes hemos acompañado varias veces desde este medio.

También hay un párrafo dedicado a la señora Susana Martínez de la Asociación Mujeres Meretrices de la Argentina, quien intenta justificar de alguna manera la elección de las mujeres dedicadas a la prostitución, definiéndolas como mujeres que intentan salir adelante en una sociedad injusta, equiparándolo con cualquier otro trabajo y que terminan siendo las primeras víctimas y las únicas criminalizadas, mientras que los dueños de los prostíbulos siguen impunes. Para la entrevistada las mujeres son prácticamente obligadas a ejercer la prostitución por las condiciones personales y sociales. A esto suman el testimonio de Paulina de 19 de edad quien ejerce su oficio en el barrio capitalino de Caballito, “Es un trabajo como cualquier otro, al principio cuesta mucho, pero me acostumbre.” La misma joven relata los servicios “extras” que requieren algunos de sus clientes, específicamente los que consumen drogas.

Pero la realidad de esta historia es más cruda que lo que el informe intenta describir.

Luego de leer la nota, tuve la necesidad periodística y personal de referirme al tema en cuestión, primero para aclarar algunos conceptos, para ampliar su contenido y también para referirme a hechos que el informe no revela.

Este “combo” que recién ahora algunos parecen descubrir no es nuevo, desde hace más de 20 años, este periodista ha investigado y denunciado el alto impacto en la inseguridad de los barrios donde se concentra en mayor medida el negocio de la prostitución.

Un negocio que siempre ha ido acompañado de otros “gustos” o “placeres” reclamados por los clientes.

Por el contenido del informe uno podría creer que este panorama se da solo en las casa de cita o en los tradicionales prostíbulos, pero la realidad es que desde hace ya muchos años, las mujeres dedicadas a la prostitución, los travestis, e incluso los taxiboys, utilizan como recursos de mayor satisfacción al cliente, sustancias de distinta índole, pasando obviamente por las drogas tradicionales como la marihuana y la cocaína.

Debo aclarar que mi opinión personal no justifica en nada el comentario de la joven de 19 años justificando su ingreso a la prostitución por tener una pareja ausente y dos nenes a cuestas. Y fundo esta opinión en el hecho de que desde hace años existen campañas para evitar los abortos y los embarazos no deseados, incluso la entrega de preservativos en forma gratuita es algo que se da incluso en los sectores más carenciados. Mucho menos se justifica el hecho delictivo de sumar a su condición de prostituta la de dealer, aún cuando esto se hubiera transformado en algo común.

La nota continúa culpando a la falta de controles como causal para que esto ocurra, nada más alejado de la realidad, alguien coherente puede creer que no existen controles sobre un mundo que deja miles y millones de pesos y dólares de ganancia sin un control?. Controles existen, pero mal aplicados, tal como no tiene ningún sentido legislar leyes que luego no se aplican.

Al parecer, el autor de la frase publicada en la nota, el ex Capitán del Ejército Roberto Jorge Locles, no quiere ingresar en un terreno complicado, la protección política, judicial y policial que suele rodear a los ideólogos de este combo de delitos, que disfrazan la situación y la corrupción como una de falta de control. Tal vez tenga sus razones para callar los verdaderos motivos de la prostitución y las drogas.

Son más acertadas las palabras de Claudio Izguirre en cuanto a que en varios de estos lugares el ejercicio de la prostitución ha pasado a un segundo plano y son muchos los que concurren en busca de droga. Faltaría agregar que existen otros “gustos” que han ido en aumento en la medida que las autoridades siguen actuando con complicidad.

El espacio dedicado en la nota a Gustavo Vera de la ONG La Alameda, es tal vez el más veraz en cuanto señala como un mal a erradicar la corrupción y la protección política, judicial y policial, idea que compartimos. Esta ONG ha realizado una nueva presentación al Procurador General de La Nación, respecto a un relevamiento realizado sobre un total aproximado de más de 500 espacios prostibularios. La actividad de esta ONG es amplía y muy reconocida por este medio, esperemos que el Procurador General de La Nación se interese por el tema y disponga las medidas que correspondan.

La prostitución como ya lo he mencionado ha existido casi desde que el hombre descubrió su sexualidad y por medio de ella el placer. Por lo que no creo que las prostitutas sean el exponente de una sociedad injusta, existen prostitutas en toda sociedad, sea esta avanzada, rica o incluso distributiva. Siempre han existido personas a las que les interesan los lujos y la fantasía, aún cuando el medio para ello sea rebajarse a los actos más reprochables moralmente.

Personalmente he entrevistado varias mujeres que el dinero diario producto de vender su cuerpo o cumplir fantasías, les hace elegir este medio de vida por sobre cualquier otra opción laboral, incluso mujeres profesionales han optado en algún momento esta elección para abonar sus estudios y en el extremo de la ironía, la propia policía federal ha tenido y tiene efectivos femeninos dedicados a la prostitución como ingreso “extra”.

La droga, el delito y la inseguridad están íntimamente relacionados con la prostitución, basta observar la presencia de los clientes y merodeadores de zonas como Constitución, para entender como la prostitución, la bebida y la droga transforman a un barrio en un escenario totalmente distinto en el cual la inseguridad no es solo física, patrimonial o jurídica, sino también sanitaria.

Pocos medios hacen referencia al perfil de los clientes y menos aún a los desechos que producen las trabajadoras. Recorrer las inmediaciones de las esquinas o calles en las que se ofrece a plena vista ofertas sexuales, son la mejor evidencia, y estos objetos arrojados a la vía pública luego de tener sexo (jeringas, preservativos usados, pañuelos, ropa íntima, papeles utilizados para higiene, sorbetes utilizados para inhalar, etc.) pueden afectar la salud de un niño que inocentemente toque algún objeto o bien que una mascota lo transmita a los dueños de casa.

No existe ninguna duda de que para que esto se desarrolle con la impunidad que se hace en la Ciudad de Buenos Aires, en la provincia de Buenos Aires y en tantas provincias existen quienes se benefician económicamente.

Un ejemplo muy acertado al respecto, es el de Mauricio Macri quien promete más seguridad con la puesta en funcionamiento de la Policía Metropolitana, pero poco y nada ha hecho por atender los reclamos de los vecinos de barrios como Constitución, Once, Almagro, Palermo, Caballito, Micro Centro, San Telmo, Retiro, Balvanera, Congreso y muchos más respecto a la prostitución y la droga.

Esto no exime en nada la responsabilidad que ha tenido y tiene el gobierno nacional en el tema como superior político de las fuerzas de seguridad federales.

No solo la prostitución y la droga son un buen negocio económico, también son un medio excelente de información y extorsión, algunos clientes hablan de más, otros se exponen con sus “gustos” más de lo prudente y otros bien pueden ser filmados con algún fin posterior.

El hoy mediático juez federal Norberto Oyarbide, lo vivió en carne propia y pasado el tiempo, ya nadie se pregunta cómo un personaje como Luciano Garbellano un taxi boy de Barrio Norte devino en exitoso empresario limpio su pasado y acumuló dinero junto a un halo de impunidad que se evidencia en su arrogancia al hablar en los medios. Fue este mismo personaje uno de los primeros en mencionar (sin hacerse cargo él) las intenciones de algunos y de la propia SIDE en su momento, de valerse de la intimidad de algunos empresarios, políticos y jueces para “hacer negocios” sin molestias, no hay que ser muy inteligentes para saber a que negocios se dedicaban los interesados y esto ocurría entre los año 1997-1998.

Y es que estimados lectores, el espionaje no es algo nuevo y es otro de los elementos que se relacionan con la prostitución y las drogas.

Habrán ido notando que el “combo” de la prostitución es mucho más amplio que las drogas, hay trata de personas, de menores, explotación sexual, espionaje, extorsión y toda una batería de otros delitos que son la periferia de este viejo y peligroso negocio.

¿De dónde creen que surge la impunidad?, el ser humano es débil frente a las pasiones, los vicios hacen vulnerables a muchos hombres y hay quienes se provechan de ellos y hacen de esto un negocio.

Personalmente sobre la prostitución, creo que las únicas víctimas son los menores y las mujeres víctimas de trata, no siento que la sociedad sea culpable por quienes libremente eligen la prostitución y la droga como medio de vida, es una elección.

Sí, es necesario proteger a todos de los abusos, tanto a las mujeres que eligen prostituirse, como a los demás ciudadanos que no tenemos porque tolerar las escenas de sexo en la vía pública, en plazas o autos estacionados, que no tenemos porque ver nosotros, nuestros hijos o quien sea a un drogadicto aspirar frente a nosotros para luego tolerar sus reacciones.

Pocos informes reflejan las miserias que hay detrás de la prostitución y la droga, de cómo hoy se cambian personas por droga como antes se cambiaban vehículos, pocos se hacen cargo como periodistas de la enorme responsabilidad que existe en muchos medios que promocionan rubros de oferta sexual, hoy la prostitución y la droga están donde vayamos, sea la cuadra de nuestra vivienda o el virtual mundo de la red, Facebook, Myspace y otras redes son un inagotable recurso para la prostitución, la pornografía, la pedofilia y la droga.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

 

2 comentarios de “PROSTITUCIÓN, DROGAS Y DELITOS VARIOS

  1. que ya deben acabar con eso y dejaran de protituir a chavas qx solo buscan divertirse osea salir con amigos ir a disfrutar un rato de la vida…

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